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¿Qué es la Astropsicología Humanística?

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Todos los planetas en la Casa 4 Astrológica de la Carta Astral

La Casa 4

Modo de Expresión: Angular, Acción. Regente: Cáncer-Luna. Nivel de Experiencia: Agua, Alma y Emocional.

La astrología humanística y transpersonal de Rudhyar da un sentido psicológico a los significados superficiales que se encuentran en los manuales habituales. Esta profundización es muy necesaria para la 4, Casa en general mal comprendida. El simbolismo tradicional viene del antiguo concepto de una Tierra llana, sólida, sobre la que se construyen casas y en la que se recolectan frutas, verduras y riquezas del subsuelo. Para la tradición es el hogar, el mundo familiar, los padres, la casa y el país natal, el hogar propio; nos da datos sobre los negocios inmobiliarios y la muerte: el hombre debe volverse polvo. Este significado superficial es naturalmente todavía válido. Debemos sin embargo, añadirle un sentido más profundo desde que sabemos que la Tierra es un globo y que, por este hecho: tiene un centro. El horizonte del Mapa Natal es una porción de la superficie curva del globo, de manera que el centro de la Tierra corresponde simbólicamente al Imum Coeli (fondo del cielo). La Casa 4 se extiende por lo tanto más lejos que el centro de la Tierra. Prolongando el eje vertical Cenit-Imum Coeli hacia abajo llegamos a las antípodas, a todo el cielo, visto por aquellos que viven al otro lado de nuestro planeta. A causa de la rotación axial de la Tierra, algunos de estos cuerpos celestes pueden llegar a ser parte integrante de la experiencia de una persona; pero, de manera general, podemos decir que representan el contenido del inconsciente, la parte subjetiva del ser. Esta parte subjetiva del ser es el depósito del que surgirán las facultades, realizaciones y actitudes de una persona, bajo el estimulo de contactos con el mundo exterior y los otros seres humanos. La Casa 4 representa, pues, un conjunto de posibilidades y sentimientos inexpresados, de influencias ancestrales y ambientales, de impresiones de infancia. Constituye la vida interior del ser, la raíz de sus intuiciones, de sus sentimientos, de sus fantasías y sueños, de sus deseos subconscientes: los contenidos de su vida psíquica. Todo lo que puede emerger en la vida consciente, "encima del suelo", tiene sus raíces aquí y esta emergencia se llevará a cabo bajo el impacto de las experiencias de relación con el mundo exterior. Sin embargo, la persona no llega a relacionarse verdadera y objetivamente a los otros mundos y al mundo exterior antes de la Casa 7. En las Casas bajo el horizonte, y en Casa 5 en particular no se une a los otros; se expresa, se proyecta el contenido de su psique sobre un sueño, una imagen, encarnada por razones misteriosas y kármicas, en otra persona. Es preciso observar aquí que, aunque analicemos las Casas como continuación, en la experiencia real "actúan" todas a la vez; se interpenetran. Pero, de hecho, antes de llegar al nivel individual, cuando se es aún una expresión no diferenciada de la multitud, toda la vida subjetiva y psíquica del ser (las seis Casas bajo el horizonte) se establece bajo el poder dominante del hogar y la familia (la Casa 4). El hogar y los padres constituyen el "eje" de la persona y todas las otras Casas son "raíces secundarias" que contribuyen a sostener una vida interior homogénea, sólida, pero todavía de hecho inadaptable e inadaptada. A este nivel, la vida interior es una vida de sentimientos (palabra clave de la Casa 4 y de todo el cuadrante Norte-Oeste). Se limita a lo que da sentido de seguridad y de fuerza que condiciona la evaluación de las cosas. En Casa 4, cada uno de nosotros tiene su propio sentido de estabilidad, enraizado en el sentimiento de que "pertenecemos" a alguna cosa vital, fundamental, con un pasado y un futuro y raíces que nos aportan vida. Cada uno tiene su cuadro de referencias que le permite juzgar si la persona o experiencia con la que se relaciona tiene un significado mentalmente hablando o le satisfacen emocionalmente. En un primer tiempo, este marco está constituido por el hogar, la familia y, más tarde por la tradición social, religiosa, ética. Pero el hecho de haber pasado de una imagen de la Tierra plana a la esférica con un centro, el simbolismo que esto conlleva nos lo puede decir. En vez de buscar la seguridad, la estabilidad en nuestras relaciones superficiales y nuestras posesiones materiales, debemos actualmente buscarlas en nosotros mismos, en el centro de nuestra naturaleza transformada en global. En el nivel biológico y socio-cultural, esta experiencia de centro y de globalidad no es todavía posible. Se es aún una criatura ligada al suelo productivo, generalmente enraizado en un lugar particular que se llama "mi país", "mi familia", etc. En tanto que miembro de una comunidad, de una cultura, de una linea particular, se está enraizado en el suelo psíquico colectivo que establece para si el modo de aprehensión a las presiones de la sociedad. Al crecer llegamos al momento en que debemos seguir el ejemplo de los mayores, casarnos y establecer nuestro propio hogar y nuestro puesto en la sociedad. En un nivel socio-cultural, el mismo hecho se repite de generación en generación y encuentra su simbolismo en la Casa 4. Cada uno desea establecerse según los valores que dominan su psique, enraizarse, llegar a ser una persona concreta en el mundo objetivo. Hay que querer individualizarse, de contar con uno mismo. En lugar de buscar seguridad, es preciso buscar su "centro". Al alcanzar su centro se puede, como el planeta Tierra, llegar a ser "global". Pero esto requiere un cambio en la cualidad esencial de la conciencia y de los sentimientos. Es preciso haber sentido la inutilidad de la búsqueda habitual de cimientos, de seguridad. Nunca es fácil alcanzar el centro de su ser global, a menos de desearlo con todo su ser, es casi imposible llegar allí. Es necesario mucha energía, una concentración de todos sus medios con el único objetivo de llegar al centro, para que no sea desviado en el camino por el descubrimiento de recursos o de "dones" que nos empujan a detener allí nuestro camino. Si se tiene la fe y el valor necesario para persistir, se debe llegar un día al centro, y como dice Rudhyar: "a ese punto en el ser donde todo irradia verticalmente del yo esencial y creador". En el centro todo se equilibra perfectamente; desde de su centro, uno se puede mover en todas las direcciones, de forma que, lejos de ser un concepto estático, el hecho de encontrar su centro quiere decir que se empieza a actuar sucesivamente de forma mucho más dinámica y creadora. Si no es éste el caso, no se ha llegado aún al verdadero centro. Incluso, si el esfuerzo por llegar allí no ha sido bastante arduo, bastante decisivo, lo que se alcanza no es aún el verdadero centro. El nivel transpersonal se abre a aquel que ha llegado al centro de su personalidad global, porque se comprueba que este centro es también el de la humanidad ("la humanidad común de los hombres" dice Rudhyar), o se llega a encontrar la fraternidad de los seres que forman la colectividad "superior" en el seno de la cual es preciso ahora funcionar en lugar de hacerlo en el nivel de la colectividad "inferior" que engloba a los que viven aún en el nivel socio-cultural. La persona que participa pasivamente en la vida de su colectividad no es más que un espécimen indiferenciado; no es aún un individuo capaz de manifestar concretamente la plenitud de su ser. Pero ya se viva como espécimen de su nación y de su cultura o como individuo que ha alcanzado su centro global, la cualidad de su vida básica, así como los medios óptimos para llegar a su centro están indicados por la Casa 4. Se encuentra aquí aquello que se presume seguro; aquel que ha pasado por la individuación se siente seguro en Casa 4 porque está "centrado", integrado. A partir del nivel individual, la vida interior y psíquica de la persona toma, pues, un aspecto diferente, ya que la persona es simbólicamente capaz de expresar creativamente en su vida consciente no sólo lo que está visible en su nacimiento encima del horizonte, sino también lo que está visible en los cielos en las antípodas. Se ha vuelto un ser global que actúa a partir de su centro individual y que es capaz de revelar concretamente los poderes existentes en todos los niveles de su Ser Total. Rudhyar, al hablar de la Casa 4, nos dice esto: "En un nivel individual, se empieza a realizar que los dos polos psíquicos, hombre y mujer, están tan activos uno como el otro en un solo individuo a partir del momento en se vuelve creativo". El hogar es el símbolo de la preparación para la formación de un alma individual, producto de lo que los hindúes llaman el "segundo nacimiento". Cuando el alma, la identidad potencial en Casa 1, se encarna verdaderamente en la personalidad en Casa 4, la individuación está realizada. Hasta donde esto es posible, las experiencias resultan de la pulsación rítmica entre los dos polos psíquico constituidos por un hombre y una mujer, son un ensayo para objetivar esta realidad espiritual que se debe, al fin, encontrar en sí mismo. Por esta razón, las profundas modificaciones que tienen lugar hoy día en los conceptos de matrimonio y del hogar tiene una importancia muy grande psicológicamente hablando. Cada vez más las personas son impulsadas a unir en ellos esos dos polos psíquicos -macho y hembra- y a expresar la unión en una vida de individuo creadora en la que domina el alma, el yo esencial, en lugar del ego, el yo existencial. Para descifrar el significado de la Casa 4 en el Mapa Natal, se debe en principio mirar el grado y Signo que se encuentra en el Imum Coeli. Estos factores indican la manera típica que tiene la personalidad de abordar el problema de la estabilidad y de la integración global de su ser en la continuidad de sus experiencias. Bien se encuentre la estabilidad que resulte de un contacto con el centro de su ser o en acción en alguna fundación material, concreta y sólida, el Imum Coeli enseña lo que el destino nos ha preparado. No nos enseña hasta dónde se puede ir, ni lo que nos va a satisfacer, sino cómo hay que abordar el problema como consecuencia de las experiencias desde el nacimiento. La Casa donde se encuentra el regente del Signo indica el campo de experiencia en el que se debe concentrar su atención para encontrar una solución al problema de estabilidad. El (los) planeta (s) en Casa 4 indica qué actividades va a modificar y colorear la búsqueda de estabilidad y del centro de su ser. No olvidaremos considerar los aspectos del planeta regente y de los planetas en Casa 4. El hecho que no haya planetas en Casa 4 no quiere decir que no pasa nada en ese campo de experiencia con relación a la familia, el hogar, los cimientos o que no esté interesado en la búsqueda del centro de su ser global, significa solamente que en esta vida, y por diversas razones, puede ser que el problema de estabilizarse, de centrarse haya sido resuelto "en el pasado"; en todo caso, esta falta de énfasis indica simplemente que, durante esta vida, es preciso concentrar su atención en otra parte, allí donde estén los planetas.

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El Sol en Casa 4
La persona debe encontrar sus raíces profundas en la vida familiar o en los contactos con sus padres. En otro nivel debe haber un contacto profundo con su raza, su nación o los valores culturales de su sociedad. Hay que intentar expresar los frutos de ese contacto en las obras personales. Esta posición da seguridad personal y tal vez una vida interior rica. Algunos se interesen por el pasado, por la Tradición con una T mayúscula, como fuente de verdad. Otros se vuelven hacia su herencia, sus tierras y las riquezas que ellas contienen. La búsqueda de seguridad puede llegar a ser el motivo principal u ocasionar preocupaciones en el nivel socio-cultural; hay tendencia a ser conservador. El éxito en la vida depende en gran parte del punto donde se establezcan sus limites personales, psicológicos o sociales. En el nivel socio-cultural, como siempre, el Sol tiene un sentido según el Signo más que según la Casa. Si, psicológicamente hablando, no se es un individuo integrado, el Sol en la Casa 4 sugiere alguien que encarna poderosamente las cualidades del Signo, como un tipo de naturaleza humana particularmente señalado en la sociedad y la clase social a la que pertenece. Quiere situarse sobre la base de un comportamiento establecido colectivamente. En el nivel individual, es en Casa 4 donde comienza la búsqueda sostenida de su centro individual, lo mismo que la realización consciente de sus potencialidades innatas. En el nivel transpersonal, el Sol en Casa 4 busca una participación en la conciencia y en la actividad de un Todo Mayor, según su manera de verlo. Puede ser alguien que encarna las necesidades de un grupo, de una clase, de una nación o de la humanidad entera. En cierto sentido ésta es una posición muy reservada, porque priva a la persona de la influencia solar durante la mayor parte de la vida, lo cual es una lucha constante cuesta arriba; pero como la Casa 4 rige la parte final de la vida, es siempre un consuelo saber que los años de declinación serán placenteros por el éxito que el Sol prestará. De este modo hará que las molestias de la vida sean más llevaderas. Con el Sol en esta Casa, la unidad de la personalidad se encuentra principalmente en la expresión de la familia, el hogar, la tierra, y se refiere a la propiedad. La seguridad es su principal preocupación y luchará para garantizar su autosuficiencia. Las experiencias internas también serán importantes para él, porque la seguridad y la autosuficiencia requieren la integración de la personalidad al nivel psicológico -una tarea difícil y sólo después de completado con sudor podrá sentir sus raíces más profundas. El Sol en la Casa 4 presta poderosos instintos de protección y conservación de las tradiciones e instituciones con las que se identifica con la base de su vida: el hogar. Si bien la primera parte de su vida pudo haber sido una lucha cuesta arriba, de alguna manera, le marcaron fuerte y profundamente su historia familiar, o tal vez el entorno temprano. Se trata de una situación favorable para el Sol, ya que a menudo produce aumento de la prosperidad con rapidez y la seguridad en la segunda mitad de la vida, al tiempo que aumenta la vitalidad y energía durante estos últimos años. El Sol en esta Casa le proporciona la guía de sus derechos reales sobre inmuebles, casas, ecología o recursos naturales y tal vez cuestiones relacionadas con la conservación. Quienes tienen al Sol en la Casa 4 necesitan profundizar para conocerse a sí mismos. Es probable que lo que se logra en el mundo exterior sea menos importante que lo alcanzado en el dominio del crecimiento anímico y del íntimo desarrollo espiritual. La batalla por la autodefinición se libra en el interior. Son individuos que necesitan establecer su propia identidad individual como diferente del medio familiar, sin negar que son también parte de la familia. El peligro reside, por una parte, en derivar en medida excesiva la identidad del linaje, y convertirse en una mera réplica de lo que éste representa o de cómo hemos sido configurados por él. Por otra parte, está el peligro de que el individuo rechace en su totalidad estos elementos, como medio de liberarse de sus imposiciones. En el primer caso está negando su propia peculiaridad y originalidad; en el segundo, su "destino", en el sentido de sus propias raíces, tanto biológicas como psicológicas. La tarea que hay que cumplir consiste en combinar de alguna manera ambos factores: reconocer su herencia y sus vínculos con la familia de origen, sin por eso dejar de cultivar una identidad con derecho propio, pueden llevar adelante algo de la tradición de la familia, pero al mismo tiempo, hacerlo con su propio estilo. Si se entiende que la Casa 4 es el padre, es probable que las energías que aquí se expresan sean vivenciadas por mediación del padre o proyectadas sobre él. Puede ser que las personas que tienen al Sol en esta Casa hayan tenido la vivencia del padre como un ser tan poderoso y autoritario que después no hayan podido superar un sentimiento invalidante de su propia pequeñez o inferioridad. Es fácil que tengan que librar batalla contra el padre para liberarse del poder que éste tiene sobre ellos. En otros casos, es posible que el padre haya estado física o psicológicamente ausente. Para el niño, esto podría significar que no hubo el sentimiento claro de un padre que fuera el modelo para las propias cualidades masculinas, y el individuo tendrá que encontrarlo en su propio interior. Para la niña, la vivencia del padre ausente podría significar una vida entera en busca del padre perdido, pero también ella necesitará, en última instancia, "encontrar" dentro de sí las cualidades paternas. Hay una fuerte necesidad de tener su propio hogar, donde puedan ejercitar su autoridad y su influencia. En ocasiones, se da una prolongada búsqueda del terreno adecuado donde arraigar. El Sol en la Casa 4 apunta a la posibilidad de que sean más "ellos mismos" en la segunda mitad de la vida. En los últimos años hay potencialmente disponible un sentido renovado de la potencia creativa, de la vitalidad y de una jubilosa expresión de sí mismo. La naturaleza del Sol en la Casa 4 es similar a la de Leo en el Imum Coeli. Una profunda necesidad de expresar lo que hay de propio y peculiar en su identidad constituye el cimiento sobre el cual se edifica gran parte de la vida.

La Luna en Casa 4
La influencia de la madre, de la familia y de las tradiciones culturales y nacionales es fuerte. Es difícil salir de la matriz psíquica creada por esta influencia y de afrontar el mundo como individuo; se tiene miedo de crecer y dejar el estado psicológico de la infancia. Frecuentemente hay una fuerte sensibilidad psíquica; se siente la atmósfera de los lugares, los cambios de humores de las personas. Pero, aunque siente intensamente las cosas, tiene dificultad para expresar positivamente la continuidad de estos sentimientos. Puede ser médium, clarividente, radiestecista. Se actúa en completa armonía o en desacuerdo con el hogar. Se establecen hábitos, automatismos precisos y rígidos. A menudo no se desea intimar más con que con un pequeño grupo de personas con las que se vuelve posesivo, pues depende de ellas psicológicamente. En el nivel socio-cultural, la Luna en Casa 4 sugiere que la persona basa sus adaptaciones a la vida en los sentimientos colectivos establecidos por su familia, la educación, la moda. En el nivel individual, la persona debe intentar dar una forma individualizada a estos sentimientos colectivos, en la cultura y en las artes. Puede también llegar a ser un sanador que canalice estas fuerzas psíquicas. En el nivel transpersonal la Luna viene a ser símbolo del alma o del Anima, este intermediario entre el "yo" individualizado y la colectividad socio-cultural y la colectividad superior que constituyen la realidad trascendente de la humanidad. Si tiene aspectos fluidos indica condiciones del hogar afortunadas, especialmente hacia el final del ciclo de la vida, pero si la Luna está tensionada puede que tenga ciertas dificultades en lograrlo. Tiende hacia las experiencias psíquicas, especialmente si la Luna está en su propio Signo Cáncer, o en Piscis, u otro Signo acuático. También indica muchos cambios de residencia, los cuales serán afortunados, o el contrario con arreglo a los otros aspectos de la Luna. La Casa donde se encuentra la Luna es la esfera de nuestra experiencia donde buscamos sobre todo la seguridad emocional. Es donde nos resulta más fácil sentirnos cómodos y donde nos refugiamos cuando necesitamos un descanso de la lucha diaria por la existencia. Representa el ámbito de nuestra vida donde nos encontramos con circunstancias fluctuantes y atravesamos fases que dependen de nuestros estados de ánimo cambiantes. El Immum Coeli (IC) o Casa 4 simboliza el lado oculto de la personalidad, a saber: nuestras raíces y nuestros sentimientos menos visibles a primera vista. La Casa 4 tiene que ver con el mundo del subconsciente, la base emocional, la tradición familiar y, en concreto, la madre como símbolo de protección y nutrición. Así como el Sol en la Casa 4 pugna por liberarse de una excesiva identificación con la familia, en este mismo emplazamiento la Luna encuentra seguridad y una sensación de pertenencia en el seno de aquella estructura. Cuando las batallas de la vida arrecian, se busca refugio en el regreso al hogar. Aunque tengan ya su familia propia, es probable que estos nativos hagan las maletas y corran a ampararse en su familia de origen cuando surgen dificultades. Necesitan que el hogar sea una especie de retiro o santuario, y por lo tanto sintonizan finamente con los movimientos ocultos y los cambios de atmósfera del medio familiar. No obstante, es probable que no siempre lleguen a conseguir que sus sentimientos sean claros para los demás. Cuando la vida les exige demasiado, es frecuente que regresen a pautas de conducta que se remontan a su primera infancia. Conozco a una persona con este emplazamiento que, cuando se encuentra mal, siente una intensa avidez de comer bizcochitos de chocolate como los que le daba su madre cuando era niño para que se sintiera mejor. Es como si un mecanismo psíquico le dijera: "Bueno, ya he sido bastante adulto por ahora, de manera que voy a retroceder un poco". Normalmente, un niño recurre a su madre en busca de seguridad y de límites, pero con la Luna en la Casa 4 es posible que el padre le transmita un sentimiento de mayor seguridad que la madre. Algunas personas que tienen este emplazamiento siguen buscando, ya adultas, un padre que les dé seguridad en la vida. A la larga, será necesario que encuentren al padre -o a la madre- dentro de sí mismos, en un nivel arquetípico. Según cuáles sean los aspectos de la Luna en esta Casa, es probable que las cualidades de atención y cuidado hayan sido aprendidas del padre, antes que de la madre. En ocasiones, alguien con la Luna en la Casa 4 anda errante sin descanso en busca del hogar, o incluso del país, donde se sienta más seguro o donde tenga más sensación de pertenencia. A veces, lo que fluctúa son las condiciones internas del hogar como tal. Con frecuencia hay interés por el linaje familiar, por las propiedades e inmuebles o la arqueología, y quizás un fuerte deseo de vivir cerca del agua. Las condiciones que rodean el final de la vida pueden manifestarse en los aspectos de la Luna en esta Casa.

Mercurio en Casa 4
Se debe utilizar el intelecto, su capacidad de establecer los lazos entre las cosas y de generalizar los resultados de sus experiencias bajo la forma de conceptos y sistemas de pensamiento. Ésta será la mejor manera de encontrar bases valiosas para sí y para su expresión personal. Puede tener un gran poder de concentración mental y la capacidad de percibir lo esencial en los temas de estudio. La mentalidad se basa a menudo en el pasado, en la tradición o en las ideas aceptadas por su cultura y su religión. El ambiente familiar puede ser intelectual, lo que resalta el gusto por los estudios en casa. Puede existir mucha habilidad en el dominio doméstico para el bricolaje o las reparaciones domésticas. En el nivel biológico, debe haber un buen funcionamiento del sistema nervioso, lo que puede, en algunos casos, permitir una transmisión de Prana a los demás. En el nivel socio-cultural, Mercurio en Casa 4 pone buenas bases para una mentalidad utilizada con fines sociales jupitarianos: riqueza, expansión, prestigio. En el nivel personal, es necesario cultivar una "mentalidad" capaz de reflejar claramente lo que le viene de los niveles superiores o "cósmicos", más allá de los asuntos personales. Significa personas errantes, sin hogar, que siempre se están moviendo de un sitio para otro, a menos que un aspecto fluido con Saturno se presente para hacerlas permanecer quietas alguna vez. Es, sin embargo, un buen aspecto para las personas ocupadas en empleos mercuriales, los cuales requieren una residencia estacionaria como trabajos en periódicos, empleado en un establecimiento de imprenta, en una casa comisionista, en agencias y en organizaciones semejantes. Esta posición indica a menudo actividades mentales educativas en el hogar y también puede referirse a las condiciones cambiantes o de alguna manera con una vida nómada como estilo. Siendo algo nervioso y que se irrita con facilidad puede que le resulte bastante difícil relajarse. Mercurio en la Casa 4 indica, a veces, la existencia en el pasado de un entorno hogareño intelectual o académico, donde se ponía el acento en ser sensato y racional, quizás a expensas de los sentimientos, de la ternura y de la intimidad física. Es probable que la inteligencia sea parte de la herencia familiar. Si se acepta que la Casa 4 se refiere al padre, entonces de alguna manera éste puede haber recibido la proyección de Mercurio: quizás el hijo lo haya vivido como alguien expresivo, hábil para comunicarse verbalmente, crítico o posiblemente engañoso o escurridizo, alguien que "va y viene" del hogar. Las actitudes mentales del nativo podrían presentarse mezcladas con las del padre. Incluso es posible que haya más de un padre, es decir, el padre real y un padrastro u otra persona que desempeña el rol de figura paterna. A edad temprana pueden producirse cambios de residencia que permitan el afloramiento de cualidades subyacentes de flexibilidad y adaptabilidad. Si Mercurio está tensionado en la Casa 4, las agresiones, discusiones y represalias en el medio hogareño original y posterior podrían alcanzar un nivel mayor que el habitual. Es posible que las actividades mentales y educativas tengan lugar dentro de casa. Son personas que incluso bien entradas en la segunda mitad de la vida se beneficiarán si siguen aprendiendo y estudiando. Géminis en el Imum Coeli corresponde a un alma inquieta y curiosa, con frecuencia de naturaleza fuertemente dual. Dane Rudhyar compara este emplazamiento con una palmera o una secoya, que tiene muchas raíces, aunque ninguna de ellas llega muy lejos bajo la superficie. La persona puede "perderse a sí misma" en una telaraña o laberinto de ideas y pensamientos o en una masa de informaciones incongruentes o contradictorias. En un sentido más positivo, hay una persistente urgencia de ordenar y entender, tanto el propio yo como el entorno. Es probable que estos nativos usen el hogar como un sitio donde se intercambian ideas y se reúne la gente, en ocasiones hay dos viviendas, una de las cuales puede estar en la ciudad, y la otra en el campo.

Venus en Casa 4
Este planeta se encuentra cómodo en Casa 4, ya que se da valor a las cosas esenciales. En Casa 4 es capaz de dar una significación personalizada a los valores tradicionales en las artes o las otras manifestaciones culturales. Trae armonía a la situación familiar, tal vez, incluso la familia tenga una tradición artística. En el nivel socio-cultural desea hacerse valer por su familia o representar convenientemente la cultura de su país. Siente que tiene más posibilidades de ser feliz expresando los valores aceptados por su comunidad y su cultura. Se desea también crear una atmósfera armoniosa, bella, refinada en el hogar y recibir amablemente a los demás. Desea también rodearse de personas y de objetos de los cuales siente necesidad para su bienestar. En el nivel individual es necesario concentrar su atención sobre los objetos e ideales que se han seleccionado conscientemente en función de su importancia para uno mismo. Para hacer tal elección es preciso evaluar de nuevo los valores culturales, sociales y familiares, y no aceptarlos como normales. Hay que establecer las bases para una expresión individual y creadora, utilizar los valores socio-culturales de la colectividad para hacerse valer. En algunos casos habrá dificultad para expresar sus sentimientos personales fuera del hogar o de su vida psicológica íntima. En el nivel transpersonal, una vez se haya separado de los valores socio-culturales de la colectividad mundana se empieza a buscar dar una forma individual a los valores espirituales que emanan de la colectividad superior de la que es consciente. Indica felicidad en el hogar, especialmente en la última parte de la vida. Indica también que la persona puede heredar; y si ésta tiene propiedades o fincas campestres es posible que se beneficie mucho con ellas. En la Casa ocupada por Venus buscamos lo que nos proporciona placer y felicidad; allí esperamos encontrar paz y equilibrio interno. Es donde podemos desarrollar una mayor apreciación de los otros y, a la vez, sentirnos apreciados y valorados por ellos. Es allí donde exhibimos algo de nuestro mejor gusto y estilo. Además, el emplazamiento de Venus puede señalar en qué campo de la vida sentimos rivalidad o envidia hacia los que quizás estén mejor dotados que nosotros. Con Venus en esta Casa, se valora y se desea vivir en un ambiente de paz y armonía. Le gusta las cosas bellas y desea vivir en un hogar adornado de forma hermosa. Preocupado por tener todo el confort posible, intenta encontrar maneras de conseguirlo, pero sin tener que invertir más que lo absolutamente necesario. Por otro lado, siente una obligación espiritual de ayudar a las personas necesitadas, e incluso si no es capaz de proveer asistencia material, encontrará alguna forma para demostrar que está sinceramente preocupado por ellas. La gente se queda impresionada por su predisposición de echar una mano, siempre está atento, y no quiere comprometerse hasta tener la seguridad de que la otra persona no trata de aprovecharse de su buena voluntad. Esta ubicación muestra un potencial hogareño feliz, o al menos a lograr un hogar feliz según su ideal. La Casa 4 indica cualidades profundamente integradas en la persona. Lo que valoran y desean, básicamente, quienes tienen en ella a Venus, es un ambiente de paz y armonía. Son nativos que no pueden vivir fácilmente en una atmósfera de peleas, tensiones y discordia, y que en última instancia harán todo lo que puedan para resolver los problemas o suavizar las diferencias. Pueden realizarse y encontrar satisfacción en las actividades domésticas como la cocina, la decoración y la jardinería. Si no está muy tensionada sugiere una situación cómoda en los últimos años de la vida. Venus aporta consigo la imagen del ser amado y de todo lo que es bello. Una posible interpretación de este planeta en la Casa 4 es que el padre recibe esta proyección y se convierte en el que es bello. El niño-hijo puede sentir alguna medida de rivalidad o celos. ¿Cómo podrá él ser alguna vez tan bueno como papá, que tiene tanto encanto y tanta gracia? Es probable que la niñita se enamore de un padre tan encantador, y en ese caso la madre se convierte en la rival. Sin embargo, Venus en la Casa 4 hace pensar en una herencia familiar positiva, tanto en lo psicológico como en lo material. En ocasiones, el buen gusto les viene de familia o ha habido una influencia artística en su educación temprana. Con frecuencia les interesa investigar a sus antepasados y trazar el árbol genealógico. Con Venus en la Casa 4, la necesidad de seguridad es el cimiento sobre el cual construye su vida. Una naturaleza terrenal profundamente arraigada e instintiva se expresa en la poderosa urgencia por tener su propio hogar. Independientemente de lo alegre y despreocupado que pueda parecer el resto de la Carta Astral, en ella subyacen una cautela y un conservadurismo básicos. Es muy improbable que quienes tienen este emplazamiento alteren o cambien situaciones a menos que tengan un sentimiento orgánico de que "está bien" hacerlo así. Son personas que necesitan tiempo para asimilar plenamente los acontecimientos y las experiencias. Cualquier oportunidad que tengan para pasar más tiempo relajándose en un medio natural, sin más ocupación que mirar crecer la hierba y sentir la tierra bajo sus pies, es algo que las fortalece y las estabiliza. Con Venus en la Casa 4, el sentido del equilibrio y el bienestar de una persona dependen de un buen entorno familiar y de tener relaciones que satisfagan al nativo. En el hogar, la atmósfera puede ser de actividades compartidas e intercambio creativo con los demás. Hay una profunda necesidad de establecer una clara tabla de valores, ideales y normas sobre los cuales basar la acción en el mundo exterior.

Marte en Casa 4
En esta Casa de concentración y de integración de la energía, Marte, el planeta de exteriorización, no está nada cómodo. En el plano biológico y socio-cultural, estará acentuado el aspecto físico y las capacidades musculares y sexuales como base para afrontar la vida. Puede haber un fuerte deseo de hacerse valer personalmente y de tener éxito en la vida familiar, y la capacidad de trabajar para conseguirlo. Pero algunos pueden ser demasiado agresivos y bruscos en el hogar. Deben aprender que las explosiones de cólera son una expresión de un sentimiento de inferioridad y de inseguridad más que la reacción a una falta del otro. Esta posición de Marte indica, a veces, una gran devoción a uno de los padres o a un ideal. En el nivel individual se rebela con bastante fuerza contra las formas tradicionales y se conduce de una manera demasiada egocéntrica. Sin embargo, si la persona se halla en la búsqueda de su ser global, seguirá el camino con mucha fe y fervor. Tendrá la capacidad de pasar por encima de los obstáculos y las capas superficiales de la vida. Debe permanecer firme y positivo frente a las presiones familiares y a las actitudes tradicionales de su sociedad, incluso si la búsqueda de sus propias bases exige un fuerte desgasto energético. En el nivel transpersonal, Marte en Casa 4 es la voluntad, a menudo muy emotiva de avanzar hacia su centro o de llegar a ser un combatiente en el ejército de la colectividad superior. Cuando tiene aspectos fluidos da una constitución fuerte, la cual es mantenida en edad avanzada; las facultades digestivas son buenas, de aquí que, por regla general, disfrute de buena salud y robustez. Esta posición hace al nativo excesivamente impetuoso en sus esfuerzos para "amueblar su nido" o acumular propiedades para la vejez. Hay también indicios de que reciba legados de sus padres. Es una posición muy afortunada, especialmente si Marte está en Aries, Leo o Capricornio, pero si Marte es dócil, como en Cáncer o Piscis, y está tensionado por alguna Cuadratura u Oposición, las dificultades digestivas o la disipación minarán la vitalidad y la persona hará que cada día su vida sea más amiga de las disputas. Las personas con Marte en esta posición deben abandonar su lugar natal tan rápidamente como les sea posible, pues esto aliviará esta posición adversa en alguna medida. Siente la necesidad de lograr cierta seguridad, y puede que tenga un fuerte sentido de patriotismo. Esta ubicación suele mostrar que hay en la familia muchas peleas y disputas, con frecuencia las personas con esta posición de Marte deciden no casarse. Es el tipo de persona que dice "hácelo por tí mismo", y siempre está ocupado arreglando o mejorando su casa. En esta ubicación también está conectado a la tierra, puede tener intereses en los movimientos ecológicos y ambientales, tal vez el nativo se expresa activamente o de manera determinada con estos asuntos. Cualquier cosa que se encuentre en la Casa 4 puede estar oculta a la vista, pero tarde o temprano el impulso de expresar lo que se halla latente en un Marte en la Casa 4 no podrá seguir enterrado. Y, lo mismo que cualquier cosa encerrada durante largo tiempo en un sótano, es probable que, cuando finalmente se la deje salir, no sea muy bonita ni huele bien. Este emplazamiento hace pensar en un enojo y una agresividad ocultos que necesitan ser llevados a la superficie, analizados, reintegrados en la personalidad y dirigidos conscientemente a fines constructivos. Al principio, Marte puede aparecer con intensa furia y rabia, como una erupción volcánica que derrama lava por todas partes, sorprendiendo tanto al que la produce como al que se encuentra próximo. Sin embargo, una vez que su Marte se ha "liberado", los nativos que tienen este emplazamiento terminan por ser más hábiles y elegantes en la expresión de todo lo que sucede en su interior. Reconectarse con un Marte en la Casa 4, lo mismo que beber una cerveza conocida, vivifica partes que otros planetas no pueden alcanzar. Una especie de jugosa vitalidad que antes no se hacía ver impregna gran parte de la vida. La mayoría de las personas, cuando regresan a casa después de un duro día de trabajo, no quieren otra cosa que quitarse los zapatos, prepararse una copa y quedarse mirando televisión con los pies sobre la mesa. Pero para los que tienen a Marte en la Casa 4, el día comienza después de que el reloj les marcó la hora de salida. Es en su propio hogar y en la esfera de la vida familiar donde más probablemente muestren su empuje y su espíritu emprendedor, por no hablar de sus rasgos dominantes y agresivos. En este aspecto no se diferencian mucho de cierta especie de peces belicosos, los llamados Cíclidos, éstos necesitan otros peces sobre los cuales canalizar su agresión. Si su pareja está aislada en un tanque donde no hay otros peces, el macho volcará su agresión sobre la hembra y sobre su progenie. De modo similar, es probable que los nativos que tienen a Marte en la Casa 4 desplacen el enojo que sienten sobre quienes inocentemente los esperan en casa, aunque sin expresarlo con otras personas. Educados y dóciles en el lugar de trabajo, suelen volver a casa ávidos de pelea. Pero la agresión también se puede desplazar de otras maneras: removiendo la tierra en el jardín, construyendo un cobertizo, provocando a alguien para que se enfade con ellos, cayéndose por las escaleras y de muchas maneras más. Es posible que el padre (o el progenitor oculto) sea vivido como poderoso y dominante, o como prepotente y discutidor, además de sexual y potencialmente violento. También puede ser que tengan luchar con el padre para reclamar su propio derecho a la autonomía y a la libertad de expresión, aunque quizás no lo consigan mientras no establezcan su propio hogar, cosa que por lo común les urge hacer. Es frecuente que desciendan de una familia de "supervivientes" y que ellos también posean una fuerte resistencia; sólo se los puede mantener sometidos durante un tiempo antes de que vuelvan al combate. Hay una profunda necesidad de encontrarse a sí mismo por derecho propio, más que apoyarse en la tradición o seguir los modelos de la familia de origen. A medida que indaguen más dentro de sí mismos, los que tienen a Marte en el Imum Coeli descubrirán reservas de energía y de creatividad intactas a la espera de una canalización productiva. En ocasiones, no es hasta bien entrada la segunda mitad de la vida cuando estos nativos se encuentran lo bastante libres de lazos y restricciones para atender sin reservas a la pregunta: "Pero, ¿qué es lo que yo quiero?".

Júpiter en Casa 4
En Casa 4, este planeta da la gestión y la buena organización que permite hacer fructificar los recursos personales de la Casa 2 que llegan a ser utilizables. Es un símbolo de expansión personal sobre la base de raíces fuertes y radiantes. Dicho de otra manera, es preciso desarrollarse y expandirse partiendo de sus bases ancestrales, familiares, o identificándose con su cultura o con la religión tradicional. En el nivel socio-cultural, la vida psíquica y los sentimientos deben irradiar y el hogar puede reflejar una riqueza material o psicológica. Es una buena posición para ejercer una profesión en casa donde puede haber mucha vida social. Es confiado y optimista, a veces, orgulloso, satisfecho con el legado de sus antepasados. Cree en su valor personal y en el valor de sus bienes y tradiciones. A este nivel la búsqueda de seguridad o de estabilidad se hace estableciendo una comunión con sentimientos o ideales entre los miembros de la familia o del grupo al que pertenece. Se busca la colaboración de otras personas para un objetivo común. En el nivel individual, hay un fuerte deseo de llegar a ser alguien importante y se tiene fe en sus medios. Las experiencias sociales o profesionales desarrollan su sentido de unidad y la confianza en las raíces del ser. Wagner es un buen ejemplo de esta posición de Júpiter ya que él a revivido los mitos germánicos (las raíces ancestrales) en sus dramas musicales. El orgullo puede ser un obstáculo en el desarrollo espiritual. Cuando tiene aspectos fluidos, es afortunado para las condiciones del hogar, especialmente en la última parte de la vida. La persona con Júpiter en esta posición se desenvolverá del mejor modo en el lugar de su nacimiento que en cualquiera otra parte y recibirá la ayuda más que considerable de sus padres y probablemente una herencia dejada por ellos. Sus negocios se establecerán en bases sólidas y discurrirán suavemente, de modo que al terminar su vida habrá acumulado una cantidad considerable de bienes con arreglo a su estado social y a las oportunidades de su ambiente circundante. Esas personas pasarán sus días en paz y los finalizarán entre amigos, entre la riqueza y la prosperidad. Pero cuando Júpiter está tensionado en la Casa 4, la persona debe abandonar su ciudad natal muy pronto en su vida porque las condiciones en ella le serán menos favorables. La prodigalidad y los gustos extravagantes, el amor por la exhibición y tendencias costosas dilapidarán sus recursos, lo cual lo llevará a la bancarrota; además de todo esto, un falso orgullo lo apartará de hacer una reforma radical propia aún cuando se haya hecho consciente del hecho de que debe obrar de tal modo y que, a consecuencia de tal cambio de conducta, podría salvarse, siendo el resultado de todo esto que el único medio que se halla para salir del paso es mudarse de ciudad para empezar de nuevo. Con Júpiter en esta Casa, un hogar acogedor es una de las cosas más importantes en su vida, y es probable que invierta gran cantidad de dinero y energía en instalar el hogar de sus sueños. Pero será mejor que se asegure de tener en él el espacio suficiente para satisfacer su necesidad de andar siempre moviéndose. Por consiguiente, es aconsejable vivir fuera de las condiciones de la ciudad, en un marco más abierto y natural como en el campo, donde la visión del paisaje y los puntos de vista no encuentra obstáculo. Con respecto a su vida interior, este emplazamiento favorece el intento de organizar la vida dentro de un marco claramente moral o filosófico, y es probable que sepa aportar a su familia una nueva visión espiritual. Ganará mucho con la influencia de sus padres, especialmente de su madre. Debido a las circunstancias tempranas, puede disfrutar de ventajas sociales y educativas. En un primer momento, la escondida e insular Casa 4 parece un dominio poco adecuado para un dios del cielo como es Júpiter. Sin embargo, fiel a su naturaleza, él se las arregla para organizarse una vida cómoda en esta esfera... siempre y cuando no esté demasiado acorralado por su vida hogareña. He visto muchas Cartas Astrales con Júpiter en la Casa 4 en las cuales la persona había nacido en una familia aristocrática o tenía algunos antepasados conocidos. Por línea paterna, es frecuente encontrar la influencia de una cultura extranjera en la sangre. Pero aunque no puedan pretender que descienden de Luis XVI, ni del último Zar de Rusia ni del rey de los gitanos, estos individuos heredan una naturaleza con tendencias religiosas, filosóficas o viajeras gracias a su ambiente o a sus tempranas condiciones hogareñas. Como el genio en la botella, en lo más profundo de aquellos que tienen a Júpiter en la Casa 4 reside un espíritu poderoso y expansivo esperando que se lo pongan en libertad. Es probable que algunos vayan de un país a otro en busca de su patria espiritual, antes que empeñarse en el reconocimiento público o profesional puede que se consagren a trabajar sobre su alma y su crecimiento interior. Conozco a una mujer con Júpiter en Sagitario en la Casa 4 que es un buen ejemplo de este emplazamiento. Nacida en un hogar aristocrático, e incluso con un titulo de nobleza, actualmente vive en una comuna espiritual en Canadá. Al principio, atrapada entre los valores de su familia y los que predicaba su gurú, estuvo yendo y viniendo de los tés en los jardines del palacio real a la cocina del Ashram, donde fregaba los platos. Pero más adelante se dio cuenta de que cada uno de los dos mundos tenía algo que ofrecer al otro: ha aportado a su familia un nuevo sentido de la visión espiritual, al mismo tiempo que ha ayudado a sus condiscípulos a apreciar los valores más sólidos y terrenales de la tradición inglesa. Júpiter en la Casa 4 puede colorear la relación paternal. En algunos casos, el padre real se confunde con una imagen divina: se lo ve como noble, majestuoso y sobrenatural. Si refleja algunas de las otras cualidades de Zeus, el padre puede ser vivenciado como una figura promisoria, llena de potencia y de inspiración, pero con un incorregible espíritu mujeriego y siempre dispuesto a echar una cana al aire. Habrá veces en que el padre suprima el lado jupiteriano de su naturaleza, en su empeño de ofrecer el tipo de estructura y de seguridad que de él se espera: en este caso, es probable que el niño que tenga este emplazamiento crezca con una irresistible necesidad de "actuar" la parte del papel que no ha representado el padre. Si Júpiter en la Casa 4 tiene aspectos fluidos hay un optimismo subyacente y una fe en la vida que se pondrán de manifiesto a medida que la persona se haga mayor. Generalmente, este emplazamiento favorece una vejez promisoria, colmada de intereses y proyectos. Sus contemporáneos pueden haberse quedado atrás, mientras Júpiter en la Casa 4 sigue vivaz y en pleno progreso. Por lo común tienden a organizar su vida dentro de un marco claramente moral o filosófico. Son personas que a veces viajan durante su niñez o que crecen en una familia religiosa. Si la vida llega a inmovilizarlo, pueden renovarse en virtud de un enérgico acto de fe o mediante la visión de algún objetivo nuevo hacia el cual puedan orientarse.

Saturno en Casa 4
En Casa 4 este planeta se vuelve conservador e indica la importancia del padre para la vida psicológica. Pero puede también significar un ser profundo y perspicaz. En algunos casos la vida parece concentrar el karma familiar -o incluso nacional- en la persona. De una manera u otra parece soportar una carga fatídica o aparentemente injusta. En un primer tiempo puede ser bueno no alejarse demasiado de donde se siente seguro, pero cuando llegue el momento de individualizarse estas ataduras a lo conocido llegan a ser un obstáculo. Si la persona ha estado dominada por el padre o si el padre le ha faltado, su actitud puede estar dictada por el miedo y el sentimiento de inferioridad. Hay acento sobre la seguridad, la moralidad, la conciencia, el ego y sobre la lógica, los sistemas y los dogmas. Se desea controlar o disciplinar los sentimientos, los propios y los ajenos, se busca un lugar estable, tener renombre y vivir en la respetabilidad. En el nivel individual, el esfuerzo se lleva sobre el establecimiento de un sentido de identidad único, de una imagen personal de sí mismo, y de una estructura de conciencia segura y estable. Se está dispuesto a aprender del pasado, de su cultura, pero con el objetivo de utilizarla como un medio de expresión de su individualidad. Hay tendencia a desear llegar a ser una autoridad, probablemente en algún dominio especializado. A este nivel, debe intentar descubrir el poder del "padre interior", la ley o la finalidad de su propio ser. Los aspectos de Quirón, Urano, Neptuno y Plutón se vuelven importantes porque, sin su mediación, Saturno en la Casa 4 puede tener una "influencia" demasiada estrecha, rígida y personal. Con Saturno en Casa 4, y según la mentalidad, la persona intenta ir al fondo de las cosas en el dominio de su interés. En el nivel transpersonal habrá necesidad de transcender las limitaciones establecidas por Saturno, de abrir la conciencia individualizada a lo que intenta introducirse allí, procedente de la colectividad superior. El "centro-yo" cerrado debe llegar a ser un "centro-yo" abierto capaz de contener y de estructurar lo que viene del inconsciente colectivo. La Casa 4 representa la base de operaciones desde la cual nos enfrentamos con la vida y esto generalmente significa nuestro hogar, pero también puede referirse a los antecedentes familiares, el arraigo y la raza. Saturno en esta Casa lleva implícitas dificultades y restricciones en estos dominios. Es probable que un niño que tenga a Saturno en esta Casa no haya vivenciado el ambiente de sus primeros años como un verdadero apoyo, y que la atmósfera doméstica le haya parecido fría, nada cariñosa o en algún otro sentido limitadora. En ciertos casos que he visto, la familia de origen pasaba por un período de pobreza o escasez material mientras el niño crecía. En otros, el problema no era el dinero, sino más bien una carencia de intimidad emocional en la familia que oscureció la sensación de pertenencia y de bienestar del niño. De una manera u otra, es probable que los niños que tienen este emplazamiento sientan que no se los quiere o que la vida no está de parte de ellos. Como las exigencias básicas de amor y de seguridad no están satisfechas, empieza a preguntarse qué es lo que anda mal con ellos. Tienen hambre y no se los alimenta, o si quieren que los abracen y los tranquilicen, parece que no hubiera nadie cerca de ellos cuando más lo necesitan. Comienzan a tener la sensación de que deben ser inadecuados o tienen fallo, y el sentimiento profundo e íntimo de su propia identidad aparece coloreado por esas inquietudes. El "yo" que albergan dentro de sí las personas que tienen a Saturno en la Casa 4 es un "yo no soy bastante bueno". En pocas palabras, para los niños que tienen este emplazamiento no es fácil hallar en fuentes externas una sensación de seguridad y de bienestar. Tendrán, en cambio, que descubrir dentro de sí su propia fuerza, su solidez, sus puntos de apoyo y lo que los hace queridos. Para quien pueda lograrlo, Saturno en la Casa 4 es una bendición disfrazada, porque una vez que uno establece en su interior su propio sentido del valor, el mundo exterior jamás podrá despojarlo de él. Tal es el precioso don de Saturno en la Casa 4. En general, hay problemas con el padre o a veces simplemente no está. En otros casos, está presente físicamente, pero psicológicamente se halla ausente. El niño puede sentirlo como un personaje frío, convencional, crítico, materialista y rígido, o como una carga y una responsabilidad por causa de la mala salud, problemas personales u otras cosas similares. Es fácil que los niños que tienen este emplazamiento sientan que, aún sin saber cómo, les ha fallado su padre o peor aún, que no sólo ha sido injusto con ellos, sino con toda la familia, el género humano, y hasta con dios. Crecen no sólo con el insistente sentimiento de culpa por no ser lo bastante buenos, sino que llevan también con una cantidad de cólera y resentimiento reprimidos hacia quienes, en su sentir, no los aprecian y los juzgan. Desenredar esta clase de nudos no es fácil, si es que alguna vez se consigue, llevará muchísimo tiempo. Darán un paso importante cuando se preguntan: ¿Qué es lo que en realidad necesito? Quizá se den cuenta de que no son tan diferente de lo que ellos creían, o cuando lo descubran, pueden empezar a construirlo o buscarlo en su interior y dejar de preocuparse por el padre o quien fuera la figura castradora. En un sentido positivo, un buen emplazamiento de Saturno en la Casa 4 puede señalar un padre que es un modelo de cualidades tales como la fuerza, la hondura, la paciencia y una sensata adaptación del mundo material. Los que tienen a Saturno en la Casa 4 están en una situación difícil, con frecuencia se sienten profundamente incapaces y desconfían de las otras personas y, sin embargo, anhelan que en su vida haya algo permanente y estable. Algunos quizá compensen su sentimiento de inseguridad mediante la adquisición de tierras o propiedades. En un nivel más mundano, Saturno en esta Casa sugiere deberes y responsabilidades en el ámbito doméstico y problemas para consolidar un hogar. Como siempre, allí donde está Saturno es donde está el esfuerzo, la persistencia y el empeño en sacar partido de la situación, por más limitada que sea llegan finalmente a ser fructíferos. Las personas que tienen este emplazamiento pueden necesitar largo tiempo para establecer su fuerza interior y su identidad, pero una vez halladas, éstas tienden a ser sólidas y perdurables. Al levantar Cartas Astrales de personas mayores que tenían a Saturno en esta Casa he observado que, con frecuencia, en la segunda mitad de la vida descubren lo que, en su sentir, es su obra o su misión auténtica, y llevan a la práctica con gran fervor un proyecto o un estudio. La vida está edificada sobre una profunda necesidad de estabilidad y sobre la búsqueda de un sentimiento auténtico de la propia valía, dignidad y propósito. Buscar que estas cosas le lleguen de fuera puede ser incierto y decepcionante para el individuo.

Quirón en Casa 4
En la Casa 4, al ser angular adquiere más importancia y revela la necesidad de integración del individuo con sus raíces, su familia, su grupo. Podemos encontrar casos en los cuales la persona ha sentido un rechazo familiar durante la infancia, lo que ha creado una hipersensibilidad respecto a su sentimiento de soledad. Al sentirse distinta del grupo, buscará nuevas formas de relacionarse con él. En su búsqueda de aceptación tribal, puede aportar su enfoque original en beneficio del crecimiento y de la conservación del grupo. Puede representar el eslabón entre la idea conservadora y estructurada de la célula familiar y un ideal comunitario, encontrando formas únicas y originales de compaginar ambos extremos. Si consideramos que la Casa 4 representa al padre, éste puede ser portador de la proyección de Quirón. Es probable que el niño que tenga este emplazamiento sea excepcionalmente sensible a sus heridas, o que considere al padre como una especie de maestro o mentor. Una mujer que conocí, y que tenía el Sol en Conjunción con Quirón en la Casa 4, de pequeña fue abandonada por el padre poco después de que la madre hubiese muerto de cáncer. Tan precoz rechazo contribuyó a aumentar su receptividad hacia el dolor, las necesidades y los sentimientos de otras personas. Es posible que en la última fase de la vida, los que tienen este emplazamiento comienzan a cultivar un gran interés por diversas formas de curación. Quizás la relación paterna haya sido conflictiva, o el padre puede haber sido un total desconocido o haber muerto antes del nacimiento del hijo. La herida está relacionada con los primeros cuidados maternos y con las necesidades básicas de seguridad. La persona siente nostalgia del útero materno, se siente agraviada por la expulsión del nacimiento y puede verse forzada a hacer un largo viaje interior para encontrar sus raíces en el interior de su psique. La madre (o el padre) puede haber sido vivida como alguien que hiere o daña. Estas personas son sensibles al sufrimiento emocional de los demás y poseen la capacidad de nutrir emocionalmente a otros. Pero su dificultad puede estar en las relaciones que no se ajusten al modelo de la dualidad madre/hijo en el cual se encuentra cómodo. La separación le resulta difícil porque necesita que lo necesiten, no le es fácil dejar que los demás sean independientes y si abusan de sus buenas intenciones puede ser mordaz y rencoroso. Les cuesta recibir alimento, tanto emocional como físico, por lo que siempre se sienten hambrientos y nostálgicos. Se esconden cuando se sienten demasiado vulnerables para abrirse y recibir de los demás, entonces dentro de sus caparazones se resecan y se encogen. En estos casos el estomago puede ser un punto vulnerable del cuerpo. Los hombres con Quirón en Casa 4 suelen elegir mujeres que son "buenas madres" y llegan a estar celosos de la atención que ellas dedican a sus hijos. La separación o el divorcio puede ser una experiencia muy dura porque se les vuelve a abrir la herida original de la separación con la madre. Por lo general son personas intuitivas y saben lo que les está sucediendo a los seres que aman, incluso a distancia.

Urano en Casa 4
Este planeta coloca un punto de interrogación después de cada anunciado tradicional. Se cuestiona la autoridad de los padres, de la familia; ningún fundamento parece sagrado. Lo que parece rígido y estable se disloca. Puede haber cambios frecuentes de domicilio, incluso exilio, con sentimientos agitados o inquietos. A veces la inestabilidad de base produce un desquiciamiento de la personalidad: esquizofrenia, incluso locura. En otros casos, hay genialidad, fuerte inspiración o un espíritu revolucionario. Esto depende de la posición de Saturno y de la Luna en el Mapa porque Urano trastoca siempre lo que estos dos planetas representan y la actitud consciente hacia la vida. Desde de un punto de vista transpersonal, es preciso establecer las bases de la expresión del "yo" sobre el "yo" concebido como una función del Todo Mayor. Uno debe atreverse a tomar una posición firme de  manera que abra a las personas a las que se siente unido hacia un horizonte más vasto que permitirá una expresión más libre de ellos mismos. La búsqueda de la estabilidad del centro no tendrá fin. Las personas que tienen Urano en la Casa 4 deberían abandonar su lugar de nacimiento tan pronto como les sea posible porque no pueden tener éxito en él. Tanto los padres como todo el vecindario y el ambiente que los rodea les serán antagónicos. Aún cuando sus Casas 7 y 8 estén bien fortificadas, es dudoso que pueda vencer en una contienda la parte del patrimonio que le corresponda, en tal litigio probablemente se ventilaría con los que están contra él, finalmente perdería el pleito. También sería desastroso para tal persona casarse demasiado pronto para establecer su propio hogar, porque la paz, la armonía le resultan difíciles, sobre todo cuando el espasmódico y errático Urano está tensionado. Si tiene aspectos fluidos es dudoso que tal persona intente establecer un hogar, porque sus simpatías serán muy grandes y probablemente se identificará con actividades humanitarias más amplias en varios hogares a una escala mayor y más universal. Hay tendencia en buscar el sentido de la libertad en el entorno del hogar y querer entrar y salir cuando quiera. De alguna manera sus condiciones de vida serán diferentes o poco comunes, y probablemente no se sentirá cómodo con las tradiciones familiares. Dice Dane Rudhyar que Urano en la Casa 4 "señala la posibilidad de verse constructivamente desarraigado". Ya sea debido a una elección personal o a circunstancias externas inevitables, los nacidos con Urano en la Casa 4 no están hechos para vivir atados por la unidad tradicional de la familia biológica. Es probable que se sientan ajenos, extraños o exiliados en relación con su familia de origen, o que por alguna razón la vida familiar se haya visto perturbada durante los primeros años de su vida y la familia se haya dispersado. Este emplazamiento de Urano lleva consigo una necesidad de descubrir cuál es su verdadero lugar de pertenencia, ya que las raíces familiares o raciales no ofrecían esta clase de seguridad. Son personas que, con frecuencia son inquietas, precisan del espacio y la libertad necesarios para la búsqueda de su verdadero hogar o familia "espiritual". Temerosos de perder alternativas, a veces se muestran renuentes a echar hasta la mínima raíz: podría haber un lugar mejor o más apropiado a la vuelta de la esquina. En algunos casos parece que estas perturbaciones fueran atraídas desde afuera por el destino, y al individuo le sucede algo que le impone una mudanza u otra forma de desarraigo. O si no, todo da la impresión de un hogar perfectamente seguro, hasta que alguna progresión o tránsito "moviliza" a Urano en la Casa 4 y de pronto, repentinamente, el individuo hace las maletas y desaparece, o la familia se deshace de él de alguna otra manera. Este emplazamiento también podría corresponder a una vida hogareña poco común. Es posible que el hogar sea usado como un lugar de reunión de grupos u organizaciones donde se intercambian diferentes ideas. Son individuos que pueden vivir en una comunidad utópica, o emprender un plan de alojamiento desusado y basado en algo poco convencional. Puede que el padre (o la madre) sea portador de algunas de las características de Urano. Quizás haya sido, de alguna manera, poco convencional o excéntrico, o simplemente se haya pasado la vida apareciendo y desapareciendo del escenario doméstico. Tal vez se haya sentido prisionero de su condición de padre. En ocasiones se encuentra físicamente presente, pero no por eso deja de ser una incógnita y con quien es difícil establecer un relación emocional. En algunas ocasiones he visto a Urano en la Casa 4 en las Cartas Astrales de personas que, a medida que crecían, eran testigos del colapso mental de sus padres. En un sentido más positivo, puede tratarse de un padre sumamente original e inventivo, de pensamiento libre, y afectuoso sin por ello resultar sofocante. Aunque es probable que esto no se revele hasta una época tardía de la vida, es frecuente que quienes tienen a Urano en la Casa 4 sean profundamente anticonvencionales. En algunos casos, puede ser que vivan de cierta manera hasta los cuarenta y tantos años, y que después cambien radicalmente de estilo de vida cuando Urano se opone a su lugar natal. A medida que envejecen, aflora un interés por la metafísica y por los sistemas políticos y filosóficos. Son seres que necesitan hallar una identidad basada en algo más que la mera unidad de la familia personal. En alguna etapa de la vida, es probable que quieran participar en una actividad que beneficie o ayude a progresar a la familia humana.

Neptuno en Casa 4
En Casa 4 este planeta puede crear una confusión en la búsqueda de las bases personales. Neptuno despersonaliza siempre de manera que lo que se construye tiende a disgregarse constantemente de manera sutil. La búsqueda de seguridad habitual se revela ilusoria. Neptuno quiere que se establezca su vida personal sobre valores más que personales. Es por lo que, con esta posición, se niega a menudo el valor del individuo como tal con relación a la sociedad. En todo caso se intenta sobrepasar el nivel egocéntrico. Neptuno puede disolver los límites normales y ancestrales de la personalidad y del hogar. Dicho de otra manera hay, frecuentemente, bajo la forma de alguna cosa o de alguien que los fascina, un desafío de romper con los valores que procuran un sentimiento de seguridad a la mayoría de las personas. Neptuno en Casa 4 no quiere que se busque su centro individual, sino más bien que se asocie a alguna obra colectiva o a un ideal universal -puede ser en el dominio de la música, del cine- se olvida del yo y se abre, incluso sin haberlo buscado verdaderamente, a las fuerzas suprapersonales que vienen de la colectividad superior. Por esta razón, Neptuno en Casa 4 no actúa más que en los niveles individual y transpersonal. Cuando tiene aspectos fluidos, da una atmósfera espiritual al hogar con condiciones excepcionales para el crecimiento del alma como consecuencia de las relaciones que en él se forma; pero cuando está tensionado brinda decepciones y fraude, problemas peculiares y cambios de residencia. Su ambiente y el sentido del hogar es religioso y su actitud hacia sus padres es idealista; sin embargo, puede cambiar a menudo de residencia y sentir confusión acerca de su identidad. Una mujer que tenía este emplazamiento me dijo una vez que se sentía como si hubiera tragado un espejo. Desde lo más profundo de sí mismos, los que tienen a Neptuno en la Casa 4 absorben y reflejan las influencias atmosféricas que los rodean. Si es posible, han de ser cautelosos en la selección del ambiente donde viven. Pero claro, la discriminación y la libertad de elección no siempre forman parte del menú que Neptuno. Éste es un emplazamiento difícil de delimitar y lo he visto funcionar de muchas maneras. Algunas personas, independientemente de los aspectos que forme Neptuno, me han hablado con maravillado gozo de lo idílico de su vida familiar temprana: niños que juegan en el jardín, la tierna proximidad de la familia, la madre que amasa el pan mientras el padre tiene a los niños en las rodillas y el abuelo les cuenta cuentos, esa clase de cosas. Y para muchas personas, un Neptuno positivo en la Casa 4 indica este tipo de antecedentes familiares que, en cuanto brindan amor y apoyo, constituyen una base excelente para el desarrollo posterior. Sin embargo, parece que muchos de ellos pasaran gran parte de sus años posteriores anhelando volver a esa época y comparando los problemas y la esclavitud de la vida adulta con los buenos días de antaño. Otros dan la impresión de haberse fundido hasta tal punto con la familia que no han alcanzado jamás un sentimiento individualista de su propia identidad. La forma en que sienten y piensan, sus gustos, sus opiniones y preferencias reflejan los del hogar de su niñez, y nada más. Es probable que provengan de lo que los terapeutas familiares llaman "familias pegoteadas": familias que viven estrechamente confinadas en sistemas cerrados donde hay reglas escritas que estipulan que nadie ha de comportarse de manera diferente de lo esperado, para no molestar a los demás ni ser la causa de una intolerable desarmonía. El precio que paga Neptuno por permanecer en la estructura de seguridad que ofrece una familia así es la de perder su propia identidad y su libertad. Otros que tienen este emplazamiento empiezan por hablarme de los gozos que tuvieron durante su infancia y después, con la mirada en el suelo y bajando la voz, pasan a las sombras: "Pero después todo cambió cuando mi padre se quedó sin trabajo, mi hermano cayó gravemente enfermo, mi madre tuvo una aventura... etc.". Neptuno ha vuelto a sus viejas tretas y pide adaptación y sacrificio. Recuerdo a una mujer que tenía en su Carta Astral este emplazamiento y que me describía las delicias de su niñez "Todo era maravilloso, ojalá pudiera volver a aquellos días tan felices… claro, salvo aquellas veces en que yo volvía de la escuela y me encontraba con papá borracho en el suelo y mamá golpeada…". Si, como dice el refrán, todo es según el color del cristal con que se mira, el color favorito de quienes tienen a Neptuno en la Casa 4 es el rosado. No es fácil sacar de todo esto algo coherente, pero hay algunas cosas concretas que se pueden decir de este emplazamiento. Son individuos que generalmente tendrán que hacer sacrificios en el medio familiar. Por ejemplo, esta posición de Neptuno aparece en las Cartas Astrales de personas que en su niñez tuvieron que ser tranquilas y controladas para no molestar a uno de los padres que padecía una enfermedad crónica. En otros casos que he visto, se criaron en un medio colectivo, como puede ser un orfanato. En ocasiones el hogar era al mismo tiempo la institución donde trabajaban los padres, de modo que, aunque no estuvieran ausentes, no estaban siempre a disposición del niño. Y como éste tenia que ver cómo sus padres brindaban continuamente tiempo y atención a otras personas, esta era la causa de sentir celos, inseguridad y sufrimiento. Cuando Neptuno presenta aspectos tensionados, puede indicar familias que se han desorganizado o disuelto por algún motivo. En ciertos casos, Neptuno en la Casa 4 puede significar incluso el sacrificio o el abandono de la patria. Otros buscarán un "hogar y una familia espirituales" que no tienen necesariamente nada que ver con los vínculos de sangre. La casa puede ser usada como lugar de encuentro de grupos de meditación, para sesiones de experimentación parapsicológica o como refugio de músicos y de artistas a la deriva. Los que tienen a Neptuno en la Casa 4 son felices si viven junto al mar. Si se acepta que la Casa 4 se refiere al padre (el progenitor oculto), entonces éste será portador de parte de la proyección de Neptuno. Para algunos, esto denota un padre sensible, tierno y afectuoso, con frecuencia poético y romántico. El padre puede estar tremendamente idealizado y provocar una desilusión cuando, más adelante, se lo observe con más realismo. También podría indicar un padre ausente o desaparecido de quien el niño no tiene más que un recuerdo vago o una imagen poco clara. He visto casos en que el padre pertenecía más al mundo que a su hijo: era médico atareado, político o diplomático, un actor conocido o un célebre cantante de ópera. En estos casos, a los niños se les pide que renuncien al padre personal y con frecuencia tienen que buscar dentro de sí mismos las formas de amor y de apoyo que tan generosamente le vieron brindar a otros. Neptuno en esta Casa suele ser indicio de secretos más o menos terribles en la familia: un padre -o madre, u otro familiar cercano- alcohólico, drogadicto o mentalmente perturbado. En algunas Cartas Astrales que he visto con este emplazamiento, no había seguridad de quién fuese el verdadero padres, solamente dos llegaron a descubrir en los años de su vida adulta que el hombre a quien habían considerado su padre no lo era en realidad. Este emplazamiento evoca profundas nostalgias espirituales que con frecuencia sólo afloran en la segunda mitad de la vida. Hermann Hesse, que inmortalizó la búsqueda espiritual en su libro "Siddhartha", tenía a Neptuno en Tauro en la Casa 4, rigiendo a Piscis en la 3, la Casa de la escritura y de las comunicaciones. De acuerdo con muchos textos, los últimos años de quienes tienen en esta Casa a Neptuno pueden estar caracterizados por un pacífico aislamiento durante el cual se van desprendiendo silenciosamente de la vida. Existe, sin embargo, el peligro de que regresen a la situación de niños desvalidos, especialmente si tienen la sensación de que sus necesidades nunca se tuvieron en cuenta cuando ellos eran pequeños. La forma en que iniciamos la vida es, con frecuencia, la forma en que la terminamos... a menos que llevemos a la superficie de la conciencia esos modelos inconscientes de la infancia y hagamos algo constructivo por cambiarlos.

Plutón en Casa 4
Esta posición pone acento sobre un poder de integración poco común que empuja al individuo a actuar algunas veces de manera belicosa o despiadada, sobre la base de elementos que ha podido reunir concretamente en su personalidad. Si da la talla necesaria y si es capaz de vivir en el nivel individual o transpersonal, se puede llegar a ser un símbolo de la colectividad de algún grupo espiritual, político, económico o racial y nacional. Es un ejemplo de una integración personal poco común. A menudo, la Casa donde se encuentra Plutón es donde quizás tengamos que hacer frente al dolor y a crisis. El reto consiste en afrontar este área con honestidad y sin reservas para efectuar la evolución de nuestra conciencia. Así aprenderemos que el dolor y la crisis no son necesariamente un estigma o una patología, algo malo que es menester evitar a cualquier precio, sino que forman parte de un proceso más amplio que conduce a la renovación y al renacimiento. En esta Casa Plutón indica complejos, traumas y problemas sin resolver que se arrastran desde la infancia y que están bullendo por debajo del nivel de la conciencia. Es probable que haya tratado de amputar completamente sus sentimientos más profundos, ejerciendo un rígido control sobre sí mismo como una manera de defenderse de estas primitivas emociones. Sin embargo, tiene siempre la sensación de algo peligroso que acecha en las profundidades, y que finalmente podría arrasarle. Debe hundirse en los abismos del inconsciente personal y traer a la luz los complejos ocultos para poder examinarlos, elaborarlos y, esperémoslo así, transmutarlos y sublimarlos. Transforma su vida y se regenera a sí mismo gracias a sus asuntos domésticos, que, de algún modo, son poco usuales. A través de su hogar y su familia rompe con la tradición y crea una fuente constante de renovación. Aquí, la compulsividad plutoniana actúa tanto en el hogar como en las profundidades psicológicas del individuo. Existe la tendencia a la seguridad y al control de todo lo que está sucediendo en su medio, lo que conduce a una vida hogareña llena de conmociones y luchas, causadas por la terquedad y la porfía. Plutón está indicando que se necesita reorganizar los sentimientos profundos, el sentido de seguridad, paz interior y contento. Puede mostrar también una fuerte aptitud para introducirse en la mente inconsciente y la intuición de las necesidades emocionales de los demás. Las principales características de este emplazamiento son: intensidad y exigencia emocional, actitud defensiva al sentirse frecuentemente amenazados, sentimientos de soledad y aislamiento, necesidad de protección y de pertenecer a una familia, sentimientos vengativos cuando se sienten profundamente heridos. Sin embargo también pueden ser afectuosos, generosos, leales y sacrificados por las personas que quiere. Plutón en esta Casa siente desde niño la incomprensión, el abandono, el abuso de poder y falta de satisfacción emocional por parte de uno de los padres. Por lo que se encierra en sí mismo con el objetivo de conseguir una seguridad y estabilidad que no encuentra en su familia. Tales experiencias son tremendamente duras y difíciles para un niño, teniendo en cuenta la gran sensibilidad, emotividad y vulnerabilidad que produce Plutón en esta Casa. Estos individuos vivirán conflictos emocionales relacionados con el sentimiento de no sentirse apreciados, nutridos o comprendidos y no entenderán por qué son rechazados, produciéndose frecuentemente sentimientos de culpa. Desearán inconscientemente tener unos padres que los comprendan y respondan a sus necesidades emocionales. Complejos, traumas y problemas sin resolver que se arrastran desde la infancia suelen estar bullendo por debajo del nivel de la conciencia cuando Plutón se encuentra en la Casa 4. Algunos, que han edificado su vida entera sobre la base de suprimir todo lo que hay allí debajo, terminan por encontrarse dominados por las mismas cosas que intentan mantener a raya. Encontrarse a sí mismo es como pelar una cebolla: tenemos que ir retirando capa tras capa para llegar al centro. Más que ningún otro emplazamiento, Plutón en la Casa 4 es el buceador de las profundidades marinas que debe hundirse en los abismos del inconsciente personal y traer a la luz los complejos ocultos para transmutarlos. Es probable que estos complejos se originen en sus experiencias del medio hogareño inicial (la familia de origen), y que reaparezcan en la superficie de su vida privada y doméstica más adelante. Como en la esfera del hogar es donde se sienten más vulnerables, puede ser que intenten manipular y controlar a quienes los rodean, de modo que nadie pueda hacer detonar, por error, la bomba que ellos llevan dentro. Como es obvio, esta actitud no se presta a la más relajada de las atmósferas hogareñas, y es probable que haya una multitud de reglas no escritas que estipulan lo que se puede o no se puede decir o hacer. Allí donde se encuentra Plutón en la Carta Astral, es donde tememos nuestra propia destrucción. En la Casa 4, el duende acecha bajo la cama, en el armario, o lo mira a uno fijamente desde el otro lado de la mesa del desayuno. Los que tienen a Plutón en la Casa 4 pueden pasar por episodios de reorientación importantes, por conmociones en la esfera doméstica o por el colapso total de la estructura familiar. Aunque no es probable que les resulte fácil, tienen la capacidad de renacer de los escombros, esperemos que dotados de más prudencia y de una mayor comprensión de sí mismos. En el aspecto positivo, Plutón en la Casa 4 es una buena indicación de un gran poder de regeneración y de la capacidad de autoreconstrucción después de cualquier colapso. El instinto de supervivencia tiene raíces profundas, y en momentos de crisis tienen recursos que ellos no sospechaban antes y que afloran a la superficie. Si entendemos que la Casa 4 representa al padre, es posible que éste haya sido vivido como excepcionalmente poderoso, sombrío o amenazador. Los niños con este emplazamiento suelen tener una aguda percepción de la pasión, la sexualidad, las frustraciones y la cólera reprimida del padre. A veces, lo que los afecta intensamente es su muerte y su desaparición, o la distancia psicológica que él mantiene. En un sentido más positivo, podría representar a alguien dotado de valor, fortaleza y potencia creativa. La Casa 4 describe la forma en que terminamos las cosas, y teniendo en ella a Plutón o a Escorpio, es frecuente que los finales sean definitivos e irrevocables. Puede haber necesidad de poner fin de manera espectacular a fases de la vida, o de separarse de las personas o lugares con los que han estado vinculados. Es frecuente que quienes tienen este emplazamiento sientan un amor y una reverencia por la naturaleza que constituyen un vínculo casi primitivo con la tierra y sus misterios. En su intento de sondear los secretos de la naturaleza, puede darse un interés por la oceanografía y el buceo en las grandes profundidades, por la arqueología, la psicología y la metafísica. Algunos serán capaces de transmutar sus pugnas íntimas y sus sacudidas emocionales en expresiones creativas. Por ejemplo, de acuerdo con la hora que dio su padre, Mozart había nacido con Plutón en la Casa 4. Algunas de sus obras más bellas fueron compuestas en periodos de depresión y enfermedad. Por medio de la exploración psicológica, la meditación, una profunda reflexión interior y el cultivo de las semillas del conocimiento de sí mismos, los que tienen este emplazamiento podrán madurar hasta convertirse en radiantes fuentes de inspiración y fuerza, capaces por su prudencia extrema de ser guías y mentores de otros. El dios griego Plutón estaba a cargo de los tesoros ocultos, y quienes tienen a este planeta en la Casa 4 no tienen más que cavar para encontrarlos.

Alexander Ruperti "La Rueda de la experiencia individual" y Howard Sasportas "Las Doce Casas".