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La Trinidad de los Aspectos fluidos entre las Casas de la Carta Astral. Fuego: la Trinidad del Espíritu. Tierra: la Trinidad de la Materia. Aire: la Trinidad de la Relación. Agua: la Trinidad del Alma

Fuego: la Trinidad del Espíritu

El Fuego es la fuerza vital que anima todas las formas vivientes. Es el elemento asociado con la voluntad de ser, la urgencia de expresarse desde dentro de uno mismo. La 1 es la primera Casa de Fuego, y es también Angular. Si combinamos las cualidades del Fuego con la naturaleza de las Casas Angulares (actividad y liberación de energía) obtendremos una buena descripción de la 1: la actividad de liberación de la fuerza vital. La 1 muestra el aleteo inicial del ser dentro de nosotros, el impulso a ser una persona aparte y diferente. El cultivo de los Signos y de los planetas emplazados en la Casa 1 nos vitaliza y nos vivifica. La segunda Casa de Fuego es la 5, que es también una Casa Sucedente. Por 
consiguiente, la 5 combina las cualidades asociadas con las Casas Sucedentes y las cualidades asociadas con el Fuego. Las Casas Sucedentes concentran, estabilizan y utilizan la energía generada en las Casas Angulares. En la 5, el puro espíritu de la Casa 1 recibe una dirección y orientación. Reforzamos nuestro sentimiento de identidad (Casa 1) al ir en pos de aquellas formas de canalización y aquellos intereses que más vivos nos hacen sentir, y dejando sobre lo que hacemos o creamos (Casa 5) la impronta de nuestra individualidad. La tercera Casa de Fuego es la 9, que es una Casa Cadente. Por ende, la 9 combina las cualidades asociadas con las Casas Cadentes y las que se asocian con el elemento Fuego. Las Casas Cadentes reconsideran, reajustan y vuelven a orientar la manera en que concentramos nuestra energía. En la Casa 9 remodelamos nuestro sentido de identidad al considerarnos, y considerar a la vida misma, en un contexto más amplio. El Fuego que reconocimos, ardiendo en nuestro interior en la 1 y 5, se ha extendido a todo lo demás: ahora percibimos el "Fuego" o el espíritu como un atributo universal que existe en todo lo que nos rodea. En la Casa 5 exploramos nuestra propia creatividad personal, pero en la Casa 9 tenemos un atisbo del funcionamiento de una inteligencia cósmica y creativa que da forma a la vida de acuerdo con ciertas leyes y principios universales. En la Casa 1 se inicia la chispa de nuestra identidad; en la Casa 5 reforzamos, confirmamos y expresamos esa identidad; en la Casa 9 se ve cómo la naturaleza creativa del Fuego y la urgencia de ser se expresan de manera impersonal mediante los principios arquetipos (los planetas) que rigen y generan la vida en su totalidad.

El Trígono entre las Casas 1-5
Si un planeta en la Casa 1 forma un Trígono con otro en la Casa 5, el primero de ellos encuentra una liberación creativa por mediación del segundo. Por ejemplo, si Mercurio está en la Casa 1 en Trígono con Júpiter en la Casa 5, es probable que la urgencia de comunicarse e intercambiar información representada por Mercurio encuentra una salida mediante alguna forma de expresión artística (Júpiter en Casa 5). En los contactos en Trígonos entre la 1-5 se da una fluidez o facilidad natural para la expresión exterior de quienes somos. El autor francés Víctor Hugo, que expresó sus preocupaciones humanitarias mediante la literatura, tenía a Neptuno en la Casa 1 en Trígono con Mercurio en la Casa 5.

El Trígono entre las Casas 5-9
Si un planeta en la Casa 5 hace Trígono con otro en la Casa 9, será frecuente que lo que expresamos o creemos (Casa 5) influya e inspire a otras personas (la naturaleza expansiva de la Casa 9). Puede parecer como si la creatividad que fluye a través de nosotros proviniera de una fuente superior de inspiración o visión encendida. Lord Byron, el romántico inglés que mediante la poesía expresó su aguda sensibilidad hacia la belleza, tenía a Venus en la Casa 9 haciendo Trígono con Neptuno en la Casa 5.

El Trígono entre las Casas 1-9
Quienes tienen Trígonos entre estas dos Casas actúan naturalmente de acuerdo con una visión amplia de la vida. Sus acciones se ajustan a tendencias que ya están en la atmósfera y, por consiguiente se encuentran con menos resistencias en el cumplimiento de sus objetivos. Una visión amplia de la existencia (Casa 9) orienta la manera que tienen de enfrentarse con el mundo (Casa 1). El peligro de este Trígono es que con gran facilidad puede ser causa de que el individuo se identifique con la "Voz de Dios" y luego justifique sus acciones sobre la base de un principio orientador o una actividad superior. Por ejemplo, Francisco Franco, el dictador fascista, tenía la Luna, Neptuno y Plutón en la Casa 9 en Trígono con Saturno en la Casa 1.

Tierra: la Trinidad de la Materia

El elemento Tierra se asocia con el plano de la existencia material: la condensación del espíritu en formas concretas. La primera Casa de Tierra es la 2, que es también una Casa Sucedente. Por ende, la 
Casa 2 representa la materia que intenta hacerse más segura o estable: de aquí las asociaciones de esta Casa con el dinero, las posesiones y los recursos materiales. Aquí se muestran las cosas -incluyendo el cuerpo- que gustamos de llamarlos nuestras. En términos económicos, es el capital. La segunda Casa de Tierra es la 6, que es una Casa Cadente. Por consiguiente, la Casa 6 ajusta y reconsidera el principio de Tierra. En esta Casa se comparan nuevos recursos y habilidades con los recursos y habilidades de otras personas. Se refinan y se perfeccionan nuestras capacidades especiales. También el cuerpo necesita atención para funcionar eficientemente, y la mala salud puede ser entendida como un intento de readaptación del propio cuerpo. En términos económicos, representa la fuerza laboral. La tercera Casa de Tierra es la 10, que es una Casa Angular. En este caso, existe la necesidad de generar materia, esto es, hay productividad. En cierto sentido, la Casa 10 representa las formas de administración que organizan y supervisan activamente el capital (Casa 2) y la fuerza laboral (Casa 6). En un sentido más personal, muestra de qué manera estructuramos y dirigimos deliberadamente nuestra energía y nuestras capacidades vocacionales hacia el logro de resultados definidos y concretos. De aquí la asociación de la Casa 10 con la carrera, la ambición y la forma en que nos gusta que nos vean el mundo. En términos más amplios, esta Casa representa el papel que desempeña el individuo en la perpetuación y el mantenimiento del cuerpo de la sociedad como tal. En la Casa 2 el cuerpo y la materia misma se diferencian de la totalidad urobórica de la vida; en la Casa 6 se delinean de manera más especifica nuestro cuerpo y nuestros recursos diferenciados ya en la Casa 2; en la Casa 10 nuestro cuerpo y nuestras habilidades prácticas (diferenciados en la Casa 2 y definidos con mayor claridad en la Casa 6) se unifican con otros para formar y mantener la existencia material colectiva.

El Trígono entre las Casas 2-6
Si un planeta en la Casa 2 forma un Trígono con otro en la Casa 6, el individuo está equipado con recursos y capacidades que podrá usar hábilmente de forma productiva, logrando por lo común una adecuada remuneración financiera. Es frecuente que se dé un manejo diestro y eficiente del mundo material.

El Trígono entre las Casas 6-10
Con este Trígono existe la probabilidad de que las habilidades y el estilo de trabajo de una persona la conduzcan al éxito en una carrera. Es posible que algo heredado por linea materna (Casa 10) contribuye a ampliar el repertorio de talentos y capacidades (Casa 6). Candice Bergen, hija de padres pertenecientes al mundo del espectáculo, saca buen partido de su belleza como de su inteligencia con sus dos carreras de actriz y de periodista gráfica: nació con Venus en Conjunción con Urano en Géminis en la Casa 6 haciendo Trígono con Júpiter en Libra en la Casa 10.

El Trígono entre las Casas 2-10
En este caso, la carrera suele ser adecuada al temperamento y a las capacidades personales. La persona puede alcanzar una posición relevante haciendo algo que por naturaleza le gusta hacer. Algo de valor se hereda por la vía de la madre, o el progenitor de más influencia (Casa 10).

Aire: la Trinidad de la Relación

El Aire va asociado con la capacidad de separarse del sí mismo para contemplar algo objetivamente, con distancia y perspectiva. Una vez que nos hemos separado o distinguido de la matriz universal de la vida, podemos empezar a establecer relaciones con las personas que encontramos en la vida. El elemento Aire se relaciona con el intelecto y la comunicación, y con el intercambio de ideas. La primera de Aire es la 3, que es también una Casa Cadente. El movimiento, la evolución mental y el advenimiento del lenguaje nos permiten readaptar y redefinir el sentido más concreto de ese sí mismo que acaba de formarse en la 
Casa 1 y 2. La segunda Casa es la 7, que es Angular. La impresión y la perspectiva de la vida (Casa 3) que yo tenga entran en contacto con tu percepción y tu perspectiva de la vida (Casa 7). La unión de dos personas genera mucha energía, y el fracaso o el éxito de una relación puede inducir sobre la forma en que nos sentimos en muchos otros aspectos de la vida. La tercera Casa de Aire es la 11, es Sucedente. Estabilizamos y reforzamos nuestros puntos de vista buscando a otras personas (grupos y amigos) que comparten nuestras ideas. En la Casa 11 se da la reunión de las mentes. Las ideas se "fijan" en forma de ideologías y de "ismos" que encuentran amplia aplicación en la sociedad y son "asumidos" por una multitud de personas.

El Trígono entre las Casas 3-7
La Casa 3 se asocia con la comunicación, y si en ella hay un planeta que forma Trígono con otro en la Casa 7, existe una fácil comunicación con seres próximos. Podemos (intelectualmente por lo menos) hacernos oír, al tiempo que somos capaces de entender o apreciar a otros. Generalmente hay un vivido interés y un grado notable de percepción en la manera en que una persona o cosa interactúa o se relaciona con otra.

El Trígono entre las Casas 7-11
Una asociación puede servir como fuente de expansión social o intelectual. Puede darse el caso de un amigo (Casa 11) que presenta a la persona su futura pareja matrimonial (Casa 7). O puede formarse una relación importante (Casa 7) con alguien a quien la persona conoce por mediación de un grupo u organización (Casa 11). Por lo común, el compañero (Casa 7) comparte los fines y objetivos de la persona, y le ayuda a alcanzarlos, Jean Houston, importante figura de la psicología humanística, tiene a Júpiter en la Casa 7 en Trígono con Plutón en la Casa 11. Ella y su marido, Robert Masters, son cofundadores de un instituto dedicado a la investigación mental, y entre ambos han perfeccionado numerosas técnicas para la expansión de la conciencia.

El Trígono entre las Casas 3-11
Si un planeta en la Casa 3 forma un Trígono con otro emplazado en la Casa 11, se observa generalmente facilidades para relacionarse con grupos de personas. Puede haber una captación intuitiva de cómo se vincula la mente individual (Casa 3) con los grupos (Casa 11). La persona es capaz de hablar con claridad (Casa 3) sobre conceptos generales o de las cosas que contempla y anticipa (Casa 11). Los amigos o los grupos (Casa 11) inspiran y expanden el pensamiento (Casa 3) y, a la inversa, el punto de vista de la persona o su conocimiento general influye sobre otras. Albert Einstein tenia a Urano en la Casa 3 en Trígono con Neptuno en la Casa 11. Sus nuevos descubrimientos (Urano en la Casa 3) han conducido a una mayor comprensión de la conexión recíproca de toda vida (Casa 11). En otro nivel, un Trígono entre la 3-11 puede significar que el individuo tiene la capacidad de formar grupos de vecinos (Casa 3) para promover los cambios sociales necesarios (Casa 11), o la posibilidad de que un hermano o hermana (Casa 3) ponga a la persona en contacto con amigos, ideas o grupo nuevos.

Agua: la Trinidad del Alma

El Agua es el elemento asociado con los sentimientos. Las tres Casas de Agua están conectadas con las emociones que están por debajo del nivel superficial de la conciencia. Se refieren también a las respuestas, condicionadas por el pasado, que han pasado a ser instintivas, y tan irreflexibles como si fueran innatas. La primera Casa de Agua es la 4, que también es Angular. Describe sentimientos que actúan en lo más profundo de nosotros, y también el ambiente familiar y las influencias hogareñas tempranas que configuran la identidad. En la segunda Casa de Agua, la 8 -que es Sucedente- nuestros sentimientos se refuerzan, profundizan y movilizan mediante una estrecha relación con otra persona. Dos personas, cada una de ellas con sus propios antecedentes familiares y con su estructura emocional, intentan confundirse en una. Cuando dos personas entretejen así sus sentimientos, lo que se busca es mayor seguridad (una cualidad Sucedente). En la 
Casa 8, nuestros propios sentimientos (ya diferenciados y reconocidos en la 4, Casa Angular) fluyen hasta confundirse con los sentimientos de otra persona. En la tercera Casa de Agua, la 12, Cadente, progresamos pasando de la unión con unos pocos seres selectos (Casa 8) a un sentimiento de unidad con la totalidad de la vida. Reconocemos el inconsciente colectivo, el mar colectivo del cual emergemos todos y que constituye el telón de fondo que compartimos con los demás. En la Casa 4 sentimos nuestro propio gozo y nuestro propio dolor; en la Casa 8 sentimos el gozo y el dolor de un ser que nos es próximo; en la Casa 12, el gozo y el dolor del mundo. La secuencia evolutiva de las Casas de Agua, lo mismo que la de las Casas de los otros elementos, es un movimiento que va de lo personal a lo transpersonal y universal.

El Trígono entre las Casas 4-8
Este aspecto ayuda a la persona a compartir con otra sus sentimientos más profundos. Habrá una sensibilidad extrema a las corrientes ocultas en la atmósfera hogareña. Quienes tienen estos emplazamientos tendrán el don de percibir los motivos o los sentimientos ocultos de otras personas. Con aspectos armoniosos entre los planetas emplazados en estas dos Casas, existe la probabilidad de una experiencia hogareña positiva en los primeros años incremente la capacidad de establecer relaciones interpersonales satisfactorias más adelante en la vida. En ocasiones, el Trígono 4-8 es una indicación de herencia (Casa 8) de tierras y propiedades (Casa 4).

El Trígono entre las Casas 8-12
Los aspectos entre estas dos Casas favorecen la penetración intuitiva de una persona en lo que hay de sutil y misterioso en la vida. Son personas que ven o sienten cosas que otros no tienen suficiente sensibilidad para percibir, y son capaces de encontrar recursos que transformen una crisis en una oportunidad de crecimiento. Es frecuente que se les aparezca una ayuda en el momento en que más la  necesitan. Quienes tienen estos aspectos pueden guiar a otros en épocas de conmoción (Casa 8) y obtener éxito trabajando en el seno de una institución (Casa 12).

El Trígono entre las Casas 4-12
Los que tienen Trígonos entre estas dos Casas son tan sensibles a las corrientes invisibles en la atmósfera que con frecuencia vive como propios los sentimientos y estados anímicos de otras personas. Hay una receptividad natural a las tendencias colectivas y a las modas. A la inversa, en ocasiones son capaces de influir sobre un grupo de personas mediante el poder de sus propias emociones y sentimientos. Es probable que existe una vinculación oculta con el padre (Casa 4) sin que importa que éste vivo o no. Las posibilidades de experiencias positivas mediante las instituciones de la Casa 12 se incrementan. Estos individuos necesitan periódicamente épocas de descanso en las que se retiran de la vida exterior, y se benefician de ellas. Paramahansa Yogananda, un místico oriental que fundó el instituto de autorealización, había nacido con Venus y Mercurio en la Casa 4 formando Trígono con la Luna en la Casa 12.

Sue Tompkins "Los Aspectos en Astrología".