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La Parte de la Fortuna en las Casas Astrológicas de la Carta Astral

La Parte de la Fortuna simboliza la mayor recompensa que puede recibir un individuo. Por lo tanto se convierte en un punto muy importante y delicado del horóscopo y, en consecuencia, todo el Mapa puede leerse a través de él. Podemos ver la forma en que las energías planetarias pueden usarse para situar al individuo en el camino de la gran promesa. Una vez hecho, todos los obstáculos, conflictos y tensiones que aparecen en la Carta Astral pueden considerarse como herramientas o importantes escalones para el logro de esa meta singular que aportará al individuo la mayor de las felicidades. El horóscopo adquiere ahora una perspectiva más amplia. Más que centrarse en cualquier conflicto o problema particular del individuo, hay que dirigir la atención hacia ese punto especifico del Mapa en que la persona puede encontrar la expresividad y la alegría más grandes. En consecuencia, una persona puede aprender a utilizar todas sus energías planetarias, enfocándolas en el área del más vehemente deseo del alma. Como determinante focal, la Parte de la Fortuna brinda una visión más allá de lo que percibe la mente concreta, y crea la propia perspectiva para la apertura de la mente intuitiva o elevada. Esta apertura deja que emergen las metas e ideales verdaderos, dando expresión a la naturaleza esencial del alma. La espiral gira hacia dentro y hacia fuera a la vez. La Parte de la Fortuna siempre tiene una cualidad divina que está más allá de los esfuerzos personales del individuo, sus creencias y su sensación de felicidad. Por lo tanto, es importante que en la búsqueda de un individuo de lo que es mejor para él no viole lo que, a la larga, es mejor para la evolución de la sociedad en la que forma parte. Por esta razón, todos los factores que se oponen al florecimiento de la Parte de la Fortuna de un individuo deben ser tratados de la forma más positiva posible. La respuesta a todo esto radica en la habilidad para ser completamente impersonal con todos esos factores, circunstancias y acontecimientos que se encuentran en la Casa y el Signo opuesto a la Parte de la Fortuna. Éstos factores mundiales o universales que pueden distraernos fácilmente de la trayectoria especifica que conducirá a la gran felicidad. Uno debe aprender el modo de aceptar estos factores y tratar con ellos de forma que guíen la evolución del mundo de manera que no sólo coopera la voluntad divina, sino que al mismo tiempo permanezca impersonal para todos aquellos factores que parecen oponerse al sentido personal de felicidad. El individuo confronta su yo impersonal en la Casa y Signo opuestos a la Parte de la Fortuna. Eso tiende a crear una fuerte tendencia a reformar las actitudes y los modelos de conducta de los demás. Aquí, uno empieza a comprender la parte de sí mismo que no es personal, pero que en vez de ello refleja el papel jugado en el plan magistral. Si en esta área, uno expresa amor, comprensión y sabiduría, uno está cumpliendo una obligación de la Conciencia Cósmica. Cuanto más capaces seamos de hacerlo, más podremos experimentar la Parte de la Fortuna. En este acercamiento existe una supresión de todas las fuerzas negativas del yo personal mediante el reconocimiento y la expresión de aquella parte de nosotros que es nuestro dios interno, el Yo Impersonal. El sentimiento personal de felicidad, tal como se encuentra en la Parte de la Fortuna, y el sentimiento personal de felicidad como lo encontramos al expresar un aspecto más universal del yo a través del Signo opuesto, pueden estar en armonía el uno con el otro más que en conflicto. El grado exacto y el Signo que se oponen a la Parte de la Fortuna mediante los cuales cada uno de nosotros experimenta una parte de la realidad universal, le llamo la "conciencia impersonal". Cuando un individuo satisface su parte de conciencia impersonal, el suministro y el apoyo recibido de esta área del Mapa Natal se vuelve sumamente abundante. No sólo empieza a eliminar obstáculos que de otro modo habría en el modo de experimentar los grandes beneficios de la Parte de la Fortuna, sino que de hecho da el sentido de perspectiva correcto a través del cual uno puede sentir una gran satisfacción personal. Al mismo tiempo, permite conocer que uno es parte integrante de la totalidad cósmica. Poco importa aquí si el hombre considera a dios como algo lejano, una divinidad nebulosa, o la suma total de la realidad cósmica perceptible. Lo que importa es que el sentido buena fortuna y felicidad de un individuo es imposible sin su sentimiento de cooperación con algún poder supremo. Si ese alto poder es algo infinito en lo que uno cree, o el origen de un universo perfectamente equilibrado, o simplemente lo que armoniza a la persona, no se trata de que en el reconocimiento y cooperación con esta fuerza radique todo el potencial para experimentar una gran felicidad, y la comprensión de cómo la vida de uno es parte que discurre del río de toda vida.

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En la Casa 1

Aquí, el individuo recibirá sus mayores beneficios de la vida tras haber aprendido a ser meramente subjetivo, no sólo con respecto a sí mismo, sino en su visión del mundo en general. El concepto de la conciencia subjetiva suele considerarse de manera negativa cuando se la compara con una percepción objetiva de la realidad. Sin embargo, para que el individuo con la Parte de la Fortuna en la Casa 1, la capacidad de mirarse a sí mismo y al mundo exclusivamente a través de sus propios ojos, más que a través de los de los demás, es lo que le aportará sus mayores logros. La idea de éxito en cualquier área de la vida se basa en la capacidad para concentrar la energía en una sola dirección, sin distracciones. Para hacerlo, debe desarrollarse una visión en una dirección altamente subjetiva. En cuanto el individuo aprenda que todo procede de sí mismo, dependerá menos de las visiones que los demás tienen de él y de su trabajo. Cuando aparece la Parte de la Fortuna en la Casa 1 existe una fuerte probabilidad de que el Sol y la Luna estén formando una Conjunción en el horóscopo. En los casos en que ello es así, resulta obvio lo importante que es para el individuo juntar los poderes de ambos astros de modo que pueda verse a sí mismo como el centro de su vida, esforzándose hasta el final para que sentirse completo. El resto del mundo con el que está en contacto estará entonces en armonía con sus propias metas y ambiciones. Para esta persona es importante dirigir su vida a lo largo de una carrera significativa. No recibirá mucha ayuda de los demás, a menos que la pida. Sin embargo, cuando lo haga, debilitará los beneficios de la Parte de la Fortuna en la Casa 1 al no depender tanto del poder del yo armonioso que es capaz de desarrollar. Su mayor suerte llegará cuando muestre independencia y autosuficiencia. Cualquier objetivo y ambiciones que consiga en la vida, no importa los grandes que parezcan, acabará siendo secundario a todo lo que le llegue a comprender descubriéndose a sí mismo. Si el individuo gana a la lotería, ocurrirá cuando esté solo. Si le promocionan en el trabajo, no será por los esfuerzos de alguien más. Si topa con un hallazgo afortunado en una tienda de antigüedades, no será porque alguien le diga que ése era el lugar adonde ir. Encontrará su propio cuerno de oro dispuesto a que quiera alcanzarlo él mismo. En la lucha por el éxito, encontrará que su temperamento altamente competitivo trabaja mejor cuando trata de superar anteriores éxitos, más que competiendo con las fuerzas, personas o proyectos fuera de él. Eso solamente esparce los focos y disipa energías. Con esta posición particular de la Parte de la Fortuna, la apariencia personal se vuelve muy importante. Así, cuanto más pueda aprender una persona a agradar a los demás mediante una presencia armoniosa, una personalidad amable y placentera, y el propósito de no provocar olas en la vida de otras personas, más espacio le dejarán los demás. Dado que la conciencia impersonal cae en la Casa 7, esta persona debe adquirir un acercamiento impersonal y espiritual hacia el matrimonio y todos aquellos asuntos en los que existen tratos con otras personas. Conocerá las más altas verdades en compañía de los demás. La gente actuará como agente para explorar su interior. Si esta persona es capaz de aplicar estas realizaciones o verdades en sí mismo, acabará adquiriendo una gran maestría sobre el ego limitado. La comprensión de una forma de "desinterés" permite experimentar una libertad de alto orden; una en la cual las necesidades personales y las de los demás pierden distinción de aislamiento. El ego limitado se hace siervo del Yo Espiritual, que es lo mismo para todos. Cuando esta maestría aumenta uno experimenta el gozo de la verdadera autosatisfacción.

En la Casa 2

Aquí el individuo alcanzará su cuerno de oro descubriendo en primer lugar lo que para él tiene un verdadero valor. Debe construir firmes cimientos para que se sienta cada vez más seguro de donde está a medida que pasen los años. Inalterado por los vientos del cambio, busca construir sustancia para sí mismo y para los demás que acabará proporcionándole un significado más rico a su existencia. El dinero y las cosas que puede comprar son de extrema importancia para él, pero sólo en el sentido de cómo sus posesiones reflejan sus verdaderos valores. Aprendiendo qué se usa y qué no, acabará por comprender que no hay ningún mal en la posesión de cosas útiles. El mal está en el apego a las cosas que ya no lo son, el individuo puede ser extremadamente posesivo y serlo para todo el mundo, pero es vital recordar que cuando intenta dar a quienes sean incapaces de aceptar, existe una oportunidad de perder de vista el objetivo. A través de la conciencia impersonal en la Casa 8, esta persona debe aprender a ver los valores del mundo de forma imparcial, uno no debe estar de acuerdo con todo lo que ve, debe aceptar la validez de creencias y opiniones contrarias a la suya, entendiendo que si no lo son, de hecho, amenazan la seguridad encontrada en sus propias creencias. Debe dejar que el mundo siga su curso. Cuando se consigue esta perspectiva, encontraremos que toda la hipocresía del mundo tiene poco efecto en la felicidad personal. La dualidad es relativa. Para nosotros es importante ver la llamada dualidad de modo que podamos resolverla. En este punto, podemos llegar a comprender la diferencia entre lo que es y lo que no es personalmente significativo. Es interesante señalar que mientras que la Parte de la Fortuna en la Casa 2 implica la construcción de la sustancia de la felicidad personal. Esta persona advertirá la reluctancia de los amigos y los conocidos para cambiar y, en consecuencia, experimentará muchos encontronazos con la gente. Le faltarán amistades a causa de las diferencias de sus valores fundamentales. A pesar de todo, en esta carencia, uno expresa una parte importante de la naturaleza divina. El poderoso ejemplo de esta persona es capaz de enseñar la importancia de seguir principios significativos. Cuando uno es capaz de volverse verdaderamente impersonal en relación con las experiencias de la Casa 8, estos encontronazos se minimizan. Ya no interferirán más en la construcción de la propia felicidad mediante la Parte de la Fortuna en la Casa 2. Así, esta posición de la conciencia impersonal en la Casa 8 muestra qué bloques encajan en nuestra estructura y cuáles lo hacen en las de los demás. Ahí desarrolla la capacidad de ver lo que es personalmente significativo y necesario.

En la Casa 3

Aquí la alegría de la comunicación a través de las relaciones aportará la mayor satisfacción. Esta persona busca ser comprendida por los demás, el lenguaje y el uso de las palabras son muy importantes para él, y trata de entender cómo piensan los demás y cómo ven las cosas, con el fin de desarrollar una mayor perspectiva en su propio pensamiento. Cuanto más claramente sea capaz de ver las relaciones entre la gente y su vida, mejor desarrollará su capacidad de pensar. Ésta es la que acabará proporcionándole la mayor fortuna. Existe una constante búsqueda para refinar las percepciones y una gran satisfacción al enseñar a los demás cómo hacer lo mismo. A esta persona le encanta compartir ideas -proporcionan un sentimiento de crecimiento y seguridad. Aquí, la seguridad se basa en el pensamiento más que en objetivos materiales. La conciencia impersonal en la Casa 9 crea una experiencia única en términos de la conciencia del individuo. Aquí existe una expresión impersonal de lo divino, ideas cósmicas a través de la mente superior. Sin embargo, una gran felicidad en la vida procede de las ideas del hombre cuando son expresadas a través de la mente inferior o concreta. Hasta que no se comprueba la relación y la diferencia entre la personalísima mente inferior y la impersonal mente superior, existe una experiencia de conflicto. No cabe duda de que esta persona considera más deseable una conciencia superior, sin embargo, hasta ahora es incapaz de vivir en ella. Es un maestro nato de las ideas e ideales que se hallan más allá de la comprensión ordinaria. Así, debe llegar a aprender la diferencia entre la presencia de ideales como guías para la humanidad y la realidad en la que debe vivirse. Estos ideales están siempre ahí, sin buscarlos. Si puede aceptar su sabiduría y aplicarla a su propia vida, todas sus relaciones (basadas en su facilidad de comunicación) mejorarán. Por tanto, sólo experimentará una gran felicidad estando con la gente, y eso es así porque tiene algo importante que decir. Debe aprender a no juzgar, puesto que los ideales que siente mediante la conciencia impersonal en la Casa 9 a menudo les resultan difíciles de realizar a los demás como a él. Así, mientras para él es importante exponer sus ideas al mundo, igualmente lo es para su propio sentido de la felicidad no imponer dichas ideas en aquellos que no están dispuestos a aceptarlas. Impaciente por naturaleza, tiene que aprender a esperar el momento oportuno que hace posible una auténtica enseñanza. Una idea expresada de manera única, enciende una antorcha del conocimiento en otro, le proporciona la satisfacción de saber que es útil. Aprende a comprender que la sociedad necesita sus ideas, y cuanto mejor pueda expresar ideas divinas de un modo puramente impersonal, gozará de mayor aceptación. Al haber absorbido muchos pensamientos diferentes sobre religión, filosofía y actitudes ante la vida a través de la conciencia impersonal en la Casa 9, se siente más feliz cuando ve que las más altas verdades superan las barreras mentales que distancian a los hombres. Mucha gente con la Parte de la Fortuna en la Casa 3 tiende a estudiar diferentes temas religiosos, étnicos y espirituales, en consecuencia, sus relaciones personales están libres de una única perspectiva. Uno de los requisitos de la comprensión es la imparcialidad, que deriva de una capacidad para ver todos los aspectos de una determinada situación. De este modo, gracias a su capacidad de aportar un conocimiento superior a todas las relaciones humanas, el individuo con la Parte de la Fortuna en la Casa 3 puede experimentar una gran felicidad a través de todas las personas que conozca.

En la Casa 4

Aquí el individuo alcanzará su mayor felicidad nutriéndose de los principios de la vida. Puede tratarse de la vida humana, plantas, mascotas, el nacimiento de ideas o el principio de proyectos que necesitan un cuidado especial para desarrollarse. Existe aquí un gran sentimiento de satisfacción en dar. El sentido de plenitud que ofrece la Parte de la Fortuna en la Casa 4 proviene de sentir lo mucho que le necesitan a uno. Al hacer todas estas cosas, el individuo busca establecer sus raíces. Existe ansia de construir una base emocional que sea lo suficientemente fuerte para soportar el crecimiento futuro. A través de la conciencia impersonal en la Casa 10, la persona debe aprender que las cosas tardan siempre en madurar. Existe una fuerte tendencia a querer recoger la cosecha antes de plantar las semillas. Por eso la persona tiene que comprender que el hombre se fija objetivos de modo que su vida adquiera una dirección e intención enriquecedoras. No debe permitir la proyección del fin de cada meta para llenarse con la ilusión de que ya se ha consumado algo. Así, los grandes sentimientos de realización que acompañarán el encuentro de cada objetivo, mientras se imagina con el propio objetivo, debe verse desde un punto de vista realista, como no alcanzable hasta que no haya plantado las semillas. Para la persona con la Parte de la Fortuna en la Casa 4 la mayor felicidad no consiste tanto en la realización final como en dar con firmeza los primeros pasos de cada empresa. Para considerar la conciencia impersonal en la Casa 10 desde una perspectiva correcta, esta persona debe reconocer y comprender la necesidad de un orden establecido en el mundo. Tiene que ser capaz de ver la estructura de la sociedad en la que vive, pero sin permitir que sus dimensiones y su carácter cristalino intimiden sus sentimientos sobre las importantísimas y aparentemente insignificantes iniciativas que emprenda. Es a partir de ellos que eventualmente se desarrollará toda la estructura, la fuerza y el poder de la sociedad establecida como aquello que da al mundo su forma. No tiene que identificarse con esta forma ya que, si lo hace, perderá el sentido de sus propósitos. Para esta persona, el cuerno de oro se encuentra, de hecho, al principio del arco iris. El granjero no sabe cuáles de las semillas plantadas crecerán. Por eso las cuida a todas por igual. Cuidar forma parte de su carácter. Con estas intenciones, las semillas florecerán y echarán raíces. Aquí es donde el individuo encuentra su mayor felicidad. Todo aquello que sea capaz de cuidar y nutrir personalmente le proporcionará un sentido de unidad con el origen de la creación. Al expresar la conciencia impersonal en la Casa 10 debe enfrentarse y tratar con todos los aspectos del mundo material -y conocerlos bien. Para él es importante aceptarlo, ya que esos factores ejercen una gran influencia en el resultado final de todo aquello que inicia, y en un sentido impersonal simboliza el cumplimiento de todos los comienzos del mundo. Es ahí donde ve la responsabilidad del hombre para con el hombre. Si es capaz de asumir dichas responsabilidades de forma impersonal, nunca perderá su sensación de seguridad. Esta persona obtiene una gran satisfacción siendo natural, mientras no ofenda o sea ofendido por un mundo que parece de plástico. Aquí uno debe ser tierno y flexible, mientras no moleste a aquello que es frágil e insensible. Una fuerte armonía con la Tierra y los métodos naturales, esta persona trata de enseñar a los demás sobre ecología y la preservación de los orígenes de las cosas. Cuanto más cerca esté de la raíz de la existencia, más feliz se sentirá. Una gran felicidad procederá también de un sentido de naturalidad. Aún con todo, debe aprender a aceptar todo lo artificial. Para algunos, esta posición significa una gran satisfacción a través de uno de los padres o acercarse a su herencia o a sus antepasados. Para otros significa la seguridad, la protección y la satisfacción de estar en contacto con las raíces de su alma. En cualquier nivel en el que el individuo elija buscar su Parte de la Fortuna, experimentará su mayor felicidad cuando no permita que el ego del mundo, que experimenta a través de su conciencia impersonal en la Casa 10, interfiera en la verdadera esencia de sí mismo que siente, fluye, respira y crece como un hijo de la naturaleza.

En la Casa 5

Aquí el individuo siente su mayor felicidad cuando se compromete con un acto de creación. Tanto si se manifiesta como un talento particular o simplemente como un modo de jugar a vivir, es capaz de identificarse personalmente con todo lo que crea. Así, todo lo que hace no es sólo un producto de sí mismo, sino que a su vez se convierte en el producto de todo lo que hace. Posee una gran capacidad de convertir sus sueños en realidad. La realidad en que vive está hecha en gran parte por él mismo. La conciencia impersonal en la Casa 11 considera la realidad ideal y es a partir de dicho ideal que uno debe crear. De este modo, si los ideales son demasiado bajos, excesivamente dispersos por la influencia de los amigos cuyos ideales no son muy elevados, entonces la capacidad de crear disminuye. Si, por otro lado, el circulo de las amistades aviva las esperanzas, sueños y deseos y los empuja ligeramente más allá de su alcance, pero todavía dentro del campo de la imaginación, entonces se intensifica la Parte de la Fortuna creativa en la Casa 5. A fin de que esta persona alcance su mayor felicidad, no sólo debe hacer una distinción con la gente que escoge como amigos -tiene el poder de ser la inspiración o la destrucción de la felicidad-, sino también ser selectivo en relación a los sueños que elige soñar. Existe un viejo refrán que dice: "Ten cuidado con lo que deseas, podrías conseguirlo". Estas palabras no pueden ser más ciertas para el individuo con la Parte de la Fortuna en la Casa 5. Hasta que esta persona aprende a tratar todas esas amistades impersonalmente, y vea sus sueños como una mera colección de símbolos de la conciencia universal, experimenta una excesiva influencia de la Casa 11 en su proceso creativo. Esto puede dispersar su capacidad para hacerlo creer más en el sueño que en el logro actual. Cuando esta persona busca una expresión total, debe aprender que el tiempo es una valiosa ventaja. Aunque pueda desear el lujo de los ensueños, debe darse cuenta de que diluyen su impulso creativo. La conciencia impersonal en la Casa 11 puede usarse para recibir nuevas ideas, pero no debe identificarse con ellas a menos que encajen bien en una producción creativa. Es importante recordar que toda creación es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de sudor. Existe una gran diferencia entre saber que uno puede hacer algo y que lo haga en realidad. Si la conciencia impersonal en la Casa 11 se usa debidamente, puede experimentar una gran belleza, ya que es aquí donde uno ve los ambiciosos sueños del hombre. Mostrándose impersonal, uno se convierte en parte del proceso del sueño en la conciencia universal. También puede existir un idealismo en las relaciones que no parecen estar basadas en la realidad, ni actuar como un gran manantial de creación. Los amigos admiran a esta persona y de esa admiración uno puede extraer una gran inspiración para crear mediante la Parte de la Fortuna en la Casa 5. Generalmente hay una gran sabiduría en la conciencia impersonal en la Casa 11, pero ese don no es sólo para usarlo para charlar, cuanto más habla uno sobre lo que intenta crear, menos voluntad y energía tiene a su disposición. Esta persona comprende la necesidad de que haya soñadores en el mundo. De hecho, los anima. Sabe que los soñadores son la fuente invisible de la creación. Existe también una comprensión del concepto de no-compromiso y de imparcialidad, sin embargo, la mayor satisfacción y felicidad de esta persona deriva de involucrarse profunda e intensamente en todo lo que es capaz de crear. Muchas de las personas con esta posición experimentarán su mayor felicidad a través de una brillante creación, ya sea en el campo de las artes, del teatro o a través de un hijo muy especial. En todo momento, este individuo sirve a la humanidad absorbiendo los sueños que la gente no sabe utilizar, cribándolos y aplicando lo que ha aprendido a su propia creación. Se encontrará con que mucha gente que no parece tener la voluntad de hacer aquello que imagina. Si trata de infundirles su propio deseo, creyendo que así se sentirán más comprometidos, creará una oposición consigo mismo. Existe un espectro de experiencias en la conciencia universal. Para la persona creativa no existe mayor felicidad que la de una dinámica de acción, esencia y evolución. Mediante el proceso de imitación, uno se siente más cerca de la Conciencia Cósmica. Aun con todo, este individuo también puede comprender su alejamiento real de acontecimientos y circunstancias, reflejando de nuevo a la Conciencia Cósmica. Ésta es la felicidad especial que proporciona la Parte de la Fortuna en la Casa 5.

En la Casa 6

Esta posición proporciona mucha felicidad a través del trabajo, la persona se satisface a sí misma mediante un uso prudente de su tiempo y energía. Ve como los demás duermen retrocediendo hacia su pasado reflexionando sobre situaciones ya resueltas, mientras él es capaz de estar por encima de la confusión de las emociones negativas gracias a un carácter tremendamente activo que siempre está sirviendo y consiguiendo. Sabe permanecer en el presente, atento a los detalles que mucha gente ignora u omite, pensando que de algún modo se irán. No permite que las cosas se acumulen hasta el punto de interferir en la experiencia de la felicidad. Siente una gran satisfacción mediante la sistematización de su vida y trata de organizarla de modo que funcione como una máquina bien engrasada. Cuanto más lo hace, más siente que está participando en la pista central de la existencia. A través de su conciencia impersonal en la Casa 12, esta persona experimenta las necesidades íntimas del hombre. Existe una sensibilidad hacia las fuerzas de la creación, pero es importante aprender a trabajar con dichas fuerzas antes que permanecer como un observador estrictamente pasivo. También hay un sentimiento de obligación para con la sociedad, ya que mediante la Casa 12 uno puede ser una persona profundamente compasiva, sin embargo, debe hacer algo con esta compasión, o de otro modo se convierte en dolor. Aquí, la actividad es la palabra clave para la felicidad. Conociendo el infinito, uno debe funcionar en el mundo finito donde las técnicas pueden aplicarse mejor. De todas las posiciones zodiacales, la persona con la Parte de la Fortuna en la Casa 6 sabe mejor cómo hacer las cosas. Mediante una gran comprensión del funcionamiento de las cosas, junto con la capacidad de ver todo el infinito a través de la Casa 12, existe un poderoso potencial para actuar correctamente. Esta persona será más feliz cuando aquello que decide hacer lo lleve de la satisfacción de una necesidad personal a otra. Para algunos, el concepto de servicio y trabajo significa una existencia mundana aburrida. La persona con la Parte de la Fortuna en la Casa 6, sin embargo, está en mejor armonía con el centro de su ser cuando sabe lo bien que está funcionando en términos de su potencial. Esto le proporciona una gran felicidad. La Parte de la Fortuna en la Casa 6 tiende a hacer que una persona pasa su juventud "empollando" en la Casa 12, entonces se comprende que todo lo que siente ahí no es realmente personal, sino una mera capacidad de experimentar y reflejar negatividad así como lo que es positivo, universal e infinito. En este caso, uno funciona mejor cuando no piensa en la gran realidad cósmica y más lejana de la que puede percibirse con los cinco sentidos. Es en estos momentos cuando esta persona está más en armonía con el universo. Si pasa el tiempo tratando de armonizarse con las fuerzas cósmicas, terminará justo en el extremo opuesto. Por otro lado, si consagra la vida a la superación de las virtudes naturales, entonces el universo empezará a cooperar y habrá un gran despliegue de felicidad.

En la Casa 7

Aquí, la mayor felicidad del individuo procede de los demás. Ésta es una de las posiciones más espirituales y únicas para la Parte de la Fortuna porque la parte de la conciencia impersonal cae en la Casa 1 de la autoidentidad. El individuo vive una identidad impersonal que sólo se vuelve personal cuando se halla en presencia de los demás. Busca la unión constantemente, ya sea a través del matrimonio, la amistad o el compañerismo. Estas u otras formas de relación le acercan a experimentar la identidad personal del otro. Siempre ve en los demás más felicidad de la que es capaz de ver en sí mismo. En consecuencia, tiene una fuerte tendencia a hacer que los demás sean más conscientes de su propia felicidad. En muchos aspectos es un sirviente, debido a que expresa a la Conciencia Cósmica a través de sí mismo. Así, vive verdaderamente una identidad impersonal, puesto que todo lo que desea es para el bien de los demás. Es capaz de sentir sus necesidades y de motivarles para que se satisfagan a sí mismos. Su crecimiento le proporciona felicidad. Dado que su propia identidad no se halla en un nivel meramente personal, posee la capacidad de mirar al mundo con objetividad. Estudia la acción y reacción, causa y efecto, y está profundamente interesado en el modo en que la gente se relaciona. Por lo tanto, un día sabrá cómo combinar estos factores que constituyan para los hombres la experiencia de una unión perfecta. Sacrificará gran parte de sí mismo para conseguir esa unión, y cuando lo consiga, sabrá que el amor que recibe es más rico y profundo que el que experimenta la mayoría de la gente. A nivel inconsciente cuida a los demás más de lo que ellos cuidan de si mismos. Trata de llenar los vacíos de la vida de otras personas, a menudo tratando de calmar y suavizar sus traumas y sus problemas, sin embargo, le cuesta saber lo que realmente quiere para sí mismo, y a través de otras personas se le mostrará la carrera en la que eventualmente llevará el timón de su barco. Durante su juventud, esta persona es influenciada con demasiada facilidad por fuerzas externas para saber hacia dónde se dirige en realidad. Tan pronto como sea capaz de encontrar, comprender y aceptar su yo impersonal, se formará una unión con los niveles interiores que se convertirán en el factor más importante y gratificante de su vida y que le aportarán la mayor felicidad. Ya que la suerte y la buena fortuna siempre vienen a través de la gente que hay en la vida, el individuo es uno de los pocos que es verdaderamente feliz cuando dedica todo lo que hace o piensa para complacer a la persona amada. Éste es el sincero deseo del alma y tiene preferencia sobre cualquier otro deseo que puede indicar el balance del Mapa Natal. La ausencia de una unión personal con otra persona origina desarmonía y un sentimiento de falta de motivación, dirección y significado en la vida. Al dar, obtiene su mayor felicidad; tratando de recibir, es más consciente de que es un ser incompleto que deriva de la identificación con el yo personal.

En la Casa 8

Este individuo alcanzará su mayor felicidad mediante lo que le otorguen los demás. En este caso, el sistema de valores que parece estar más allá de sus límites personales acabará mostrándose como el mejor. A esta persona se le está enseñando siempre "otra vía". Cada vez que se apaga el fuego del entusiasmo para intentar otra vía, existen descubrimientos nuevos más personales. Esta persona examina los valores de los demás, y desea saber qué es lo que tanto aprecian los demás. Cuanto más puede descubrir y aplicar esos valores externos a su propia vida, más se enriquece su experiencia. Sus propios valores, particularmente aquellos que parecen haber dejado de tener utilidad, pueden ser examinados de nuevo y darles una nueva vida y significado a la luz de esos estímulos externos. Esta persona aprende ahora la gran virtud de la flexibilidad. Para que no estorbe su crecimiento, debe dejar que la conciencia impersonal en la Casa 2 le muestre que todos los valores que se creen personales no son propiedad de uno; al contrario, son una expresión impersonal del deseo natural de adquirir y poseer. La polaridad 2-8 es un poderoso tira y afloja entre lo que uno debe coger y lo que debe soltar. Las posesiones más queridas de este individuo deberían ser valores reales y duraderos. Lo que ha dejado de ser útil y significativo debe ser liberado. Ésta no es una lección fácil de aprender. A través de la Parte de la Fortuna en la Casa 8, las personas que haya en su vida le mostrarán todo aquello que le abruma, así como los valores que trascienden las cualidades temporales y los deseos momentáneos. Todo lo que no tenga valor será destruido por aquellos que le aman, dejando espacio a la conciencia impersonal en la Casa 2 para expresar los verdaderos valores y posesiones que la naturaleza divina ha deseado para el hombre. Quizá más que en cualquier otra posición zodiacal, el individuo debe sacrificar gran parte de su ego con el fin de que la Parte de la Fortuna en la Casa 8 funcione a pleno rendimiento. Busca un patrimonio personal, tanto si adquiere la forma de dinero, ideas, nuevos valores, enriquecimiento de la sexualidad o satisfacción consciente de la esencia de su ser, debe llegar a comprender que no es una isla para sí mismo. Puesto que su gran fortuna personal siempre le llegará a través de otra persona, tiene que aprender a ser humilde y a saber que los valores que elija expresar pueden acabar siendo menos valiosos que los que le proporcionan los demás. Por esta razón, no debería ser posesivo con sus propios valores, más bien debe abrirse a una corriente de sistema de valores e ideas que pueden parecer ajenos a sus principios, pero que, de hecho, le proporcionan el gozo de regenerar su alma. 

En la Casa 9

La Parte de la Fortuna en la Casa 9 permite al individuo experimentar su mayor felicidad mediante el descubrimiento de la verdad. Esta persona busca una realidad cósmica por encima de la existencia mundana experimentada en relaciones rutinarias. La conciencia impersonal en la Casa 3 muestra al mundo como si estuviera lleno de gente, hablando unos con otros, sin ser comprendidos por aquellos que aparentan escuchar. Aquí, el significado connotativo de las palabras se considera una barrera y una distorsión de la verdad. Uno debe aprender a verlo impersonalmente y de una forma poco comprendida a fin de comprender que la idea de dualidad es la esencia de la experiencia humana. Una vez comprendido esto, es posible una verdadera comunicación. Esta persona a menudo se verá a sí mismo expresando pensamientos que sabe que no son totalmente ciertos. Uno debe aprender a aceptarlo como una expresión de parte de lo que es absorbido mediante la experiencia humana con su aparente dualidad. Si uno desea que la Parte de la Fortuna en la Casa 9 funcione bien, hay que entender que la verdad puede conocerse a partir de la conciencia de la falsedad. Cuanto más dualidad experimente y exprese, mayor necesidad habrá de que una verdad superior convierta la dualidad en unidad. La Parte de la Fortuna en la Casa 9 crea una fuerte identificación con la divinidad o alguna representación personal de esa divinidad. Los individuos con esta posición también experimentarán una gran conciencia y una única verdad universal, así como una armonía con las fuerzas de la naturaleza. El mundo no lo permite a menudo, y esta persona suele verse forzada a comunicarse y relacionarse a niveles que caen por debajo de los experimentados en condiciones ideales. El reconocimiento y la aceptación de los niveles más mundanos de la conciencia, así como un alejamiento equilibrado, mantendrán la felicidad y satisfarán la necesidad de comunicarse a través de la conciencia impersonal en la Casa 3. Así, sin mirar a los demás por encima del hombro, esta persona no debería rebajar sus propios estándares en bien de alcanzar otro que parece ser menos consciente. En efecto, la otra persona es tan consciente como él, pero puede que no sea tan aficionado a las sutilidades del pensamiento no dual. En cualquier caso, siempre es mejor mantener los estándares más altos. Eso beneficia generalmente a todas las personas inquietas y aumenta el nivel de pensamiento y esencia. La sabiduría pierde gran parte de su belleza intrínseca en un intento de transferirla de una mente superior a una mente inferior. La montaña permanece y el valle no puede ayudar, sino a ver. Si la montaña tuviera que extenderse hasta el valle, ya no sería una montaña. Así, el individuo con la Parte de la Fortuna en la Casa 9, buscando las satisfacciones de la naturaleza y la experiencia de la realidad cósmica, debe aprender a vivir y a funcionar en un mundo cotidiano de ideas, y comprender lo necesarias que son, al igual que el valle. Éste constituye la tierra sobre la que se yergue la montaña. De este modo, la esencia de la relatividad entra en la conciencia, y se aclara la falsedad de la dualidad. La independencia, compensada por el entendimiento, es la llave de la felicidad para este individuo. Una gran felicidad le llegará desde su poderoso sentido de relación con el universo. Existe un gran acumulo de suerte intrínsecamente a esta posición, y la mayoría de ella procede de recursos que el individuo descubre por sí mismo. Aunque le resulte difícil entender por qué la gente anda por la vida de la forma más dura, nunca debe abandonarla, puesto que si se para a corregir las ideas y actitudes de los demás, puede hundirse fácilmente en el barro y privarse a sí mismo de la felicidad que le espera a lo largo de su trayectoria particular. No hay duda de que tiene muchas cosas que enseñar a los demás y nunca dejará de intentarlo. No es hasta que se vuelve indiferente a cómo son recibidas sus enseñanzas que empieza a sentir en realidad la altura y el aliento de su conocimiento, su verdadera función y la auténtica valía de la gente. Es en este punto donde empieza a adquirir una visión del cuerno de oro al final de su arco iris.

En la Casa 10

Un individuo con esta posición alcanzará su mayor felicidad con el cumplimiento de los objetivos tradicionales y específicos que él mismo ha elegido y definido. Existe aquí un deseo de ser aceptado por la comunidad y aquellos que ostentan cargos de autoridad. Los beneficios de la Parte de la Fortuna en la Casa 10 nunca llegan con facilidad, sino que deben ganarse mediante un esfuerzo constante. Cuando la persona desarrolla una madurez real -no sólo añadiendo años a su vida-, el mundo se ve sin ilusiones y con gran comprensión. Eso le hace pequeño para la conciencia impersonal en la Casa 4 que se compadece de las emociones y necesidades originadas por la humanidad, mientras que al mismo tiempo evita la trampa de identificarse con ella. Existen aspectos negativos en la conciencia impersonal en la Casa 4 que deben ser entendidos y cambiados: emociones infantiles, modelos de reacción profundamente arraigados y repetitivos, y una acusada sensibilidad. Sin embargo, existen contrapartidas muy positivas en una aceptación sencilla, abierta y alegre, la seguridad y capacidad de encontrar necesidades especificas, y tener conciencia de los sentimientos de otras personas. Teniendo esto en mente, es posible operar en la Casa 10 y evitar cosas tales como reacciones programadas para problemas y situaciones aparentemente similares. En su lugar, uno se vuelve más abierto a acciones intuitivas basadas en la perspicacia y la conciencia impersonal. El plano emocional se convierte en la llave hacia el mundo material, de este modo, pueden alimentarse y llevar a cabo proyectos e ideas a través de la Casa 10. La posición de la Parte de la Fortuna en la Casa 10 puede definir cargos de responsabilidad y la autoridad reflejan la capacidad de una persona para orientar y preocuparse por otras personas. Éste es un efecto positivo de la conciencia impersonal en la Casa 4 y un ejemplo de cómo nuestros objetivos y necesidades están directamente relacionados con los de la gente que nos rodea. En este caso, la Parte de la Fortuna en la Casa 10 puede hacer que muchos individuos traten de resolver el problema del "bien" y del "mal". Generalmente existe un fuerte sentimiento de moralidad basado tanto en la disciplina de la primera infancia como en la educación religiosa. Eso tiende a restringir considerablemente el radio de acción del individuo. No obstante, en un sentido positivo, hay una fuerte corrección de carácter que respeta los derechos de la gente y reconoce la responsabilidad y las obligaciones personales. Cuando esta persona comprende que el bien y el mal no son absolutos, sino que cambian con el tiempo, el lugar y la época histórica, se añade una gran envergadura al área de su actividad -tanto en el mundo material como físico. Mientras no se sacrifique la integridad personal y el sentido de la justicia verdadera, no es posible ver a esta persona como un fracasado. Finalmente, debemos recordar que la definición de los objetivos propios dicta el bien y el mal de cualquier situación. Como ya hemos dicho, cualquier cosa que acerque a la persona a su objetivo está bien, lo que queda por ver entonces es que el objetivo encaje en la verdadera vocación del individuo. El sentimiento de esta persona del gozo de conocer que es un ser humano competente constituye una gran fuerza que crea un aura de confianza y autorespeto. Se convierte en un faro para todos aquellos que aún están buscando y evolucionando; un ejemplo válido usado como guía.

En la Casa 11

Muchos astrólogos han asociado la Casa 11 con la inspiración, quizá porque está regida por Urano, el planeta de la intuición repentina y casi cegadora. La Parte de la Fortuna en la 11 tendrá la correspondiente conciencia impersonal en la Casa 5, regida por el Sol. Este eje Sol-Urano, es creativo, inventivo, y de efectos e influencias de largo alcance. Así, la Parte de la Fortuna en la Casa 11 se asocia con visiones de la belleza y el desarrollo de la humanidad y creación. Verdaderamente, ésta es la única posición para que este individuo sea consciente de la evolución del hombre y sienta que "conoce con certeza" el objetivo esencial. Esta persona también es tremendamente independiente porque dicha conciencia le libera de los problemas cotidianos y de las luchas de la humanidad y le eleva hacia el "futuro siempre presente", es decir, el futuro que existe "ahora mismo", solamente si todos pudiéramos verlo. Sin embargo, no todo el mundo puede aceptar y comprender fácilmente esta perspectiva. La conciencia impersonal en la Casa 5 proporciona una energía ilimitada que, si no es dirigida, puede provocar un gran desasosiego. Existe un constante sentimiento de que uno debe "hacer algo", o crear. Sin embargo, eso no es más que una experiencia intensificada del poder creativo que ha sido dado al hombre como agente de la creación, si uno no lo identifica como "mi necesidad" de crear, entonces puede encontrar una salida prácticamente en cualquier acción, proyecto y relación. La tendencia que hay en erradicar es la idea de que es nuestra energía. Es sólo energía canalizada impersonalmente, sirve para todo; acaparada o utilizada al estilo de un típico avaro, sólo encontrará impedimentos y limitaciones. La conciencia impersonal en la Casa 5 proporciona la voluntad y la fuerza para animar y organizar las ideas de la gente, y ver la necesidad u objetivo común que sea de interés general, así la persona con la Parte de la Fortuna en la Casa 11 se convierte en una vía para las energías que deben aplicarse de una manera clara e imparcial. De este modo, los proyectos capitales o de envergadura pueden ser llevados a cabo en una atmósfera de confianza y ayuda mutua. La Casa 11 atrae a la gente que piensa de modo similar, de este modo, esta posición pondrá en contacto al individuo con personas brillantes, inteligentes y de algún modo insólitas (según los estándares de la sociedad). Esta persona encontrará buena fortuna a través de amigos que aportarán alegría a su vida y animarán la perspectiva y la imaginación con optimismo e ideas inspiradas. También tenderá a disfrutar soñando sobre el futuro de la humanidad, viéndose a si mismo tanto como el catalizador como el producto de ese futuro. El mundo necesita visionarios y soñadores. Las grandes religiones se fundaron en visiones inspiradas de individuos peculiares. Los inventos más importantes proceden de un mismo tipo de visión. Toda la evolución de la humanidad se ha construido sobre esos tipos de visión y de sueño. Ésta es la clase de belleza que puede experimentar el individuo con la Parte de la Fortuna en la Casa 11. No se siente encerrado por las restricciones de la sociedad, así puede explorar las posibilidades aún no concebidas por el mundo y comprender su impacto en la sociedad y su evolución. Puede cuestionar libremente las estructuras y tradiciones que han sido ciegamente aceptadas por una gente demasiada aferrada a su propia vida como para tener tiempo de mirar, ver y saber qué hay allí. La excentricidad es un término sentencioso aplicado por individuos inflexibles a la gente que han encontrado un estilo diferente. La persona con la Parte de la Fortuna en la Casa 11 será considerada heterodoxa, radical, excéntrica o quizá un poco "rara". El cuerno de oro para esta posición es un sentido de maravilla y belleza, y el goce que de ellas deriva. El conocimiento del verdadero lugar del hombre es ley de vida, así como la responsabilidad de manifestarlos. La persona con la Parte de la Fortuna en la Casa 11, alegre y voluntariosa, se convierte en un canal para la verdad y la evolución de toda la humanidad y del planeta en el que vive.

En la Casa 12

La Parte de la Fortuna en la Casa 12 indica que una persona alcanzará su mayor gozo y felicidad mediante su armonización con su Yo Espiritual. De este modo, podrá satisfacer el deseo de comprender las fuerzas invisibles que mueven el universo. Nuestro Yo Espiritual es, de hecho, el mismo que el Yo Mismo que es el Todo Mayor de la Creación. De esta realidad única proceden todas las realidades individuales. La Parte de la Fortuna en la Casa 12 proporciona al individuo la oportunidad de descubrir la unidad de esas realidades aparentemente separadas, y la veracidad de la existencia de una Única Realidad. La conciencia impersonal en la Casa 6 proporciona la oportunidad de funcionar en el "mundo cotidiano" con sus limitaciones en apariencias finitas, así como, al mismo tiempo, darse cuenta de la unidad global de las circunstancias y los acontecimientos a través de la Parte de la Fortuna en la Casa 12. Existe la necesidad de ver más allá de estas llamadas limitaciones y evitar acabar identificándose con las acciones, papeles, acontecimientos y situaciones. Eso debería considerarse necesario en el plano del Yo Impersonal. La conciencia impersonal en la Casa 6 otorga a la persona la capacidad de ver las partes de cualquier situación, el modo en que operan conjuntamente y lo que consiguen cuando funcionan como un todo. La Parte de la Fortuna en la Casa 12 proporciona la capacidad de ver todo eso a escala "cósmica" o universal. Es decir, uno ve el modo en que el conjunto de circunstancias y acontecimientos aparentemente independientes se relacionan entre si. Así, las actitudes negativas de compañeros de trabajo, por ejemplo, pueden superarse si se da cuenta de que las condiciones negativas aumentan cuando uno busca experimentar egoístamente sólo condiciones positivas. En tanto que todas las situaciones y experiencias sean neutrales e impersonales, lo positivo y lo negativo no existirán, salvo si los vemos como tales. Esta comprensión es la operación "correcta" del eje 6-12. Aquí, los dotes de observación del guía interior (Quirón) y los poderes del amor compasivo e intuición de Neptuno se unen para trascender las experiencias cotidianas de la vida. Así, los acontecimientos pasajeros, sentimientos e ideas son vistos tales y como son -momentáneos y pasajeros- y la experiencia de la propia vida se vuelve más amplia y profunda, libre de los patentes efectos de las influencias externas. Sin embargo, los beneficios de la Parte de la Fortuna en la Casa 12 no siempre son obvios. En efecto, a menos que el individuo se deje llevar por los acontecimientos y emociones, y los deje ir sin identificarse con ellos, la sutil comprensión de la vida y la verdad se perderá completamente. La mayoría de nosotros no comprende verdaderamente las ideas de servicio y compasión, tal como la reflejan las Casas 6-12. Por lo general, sólo las vemos en la experiencia limitada de nuestro servicio o nuestro sentimiento de compasión, no obstante, existe un aspecto impersonal de esos dos grandes principios que subyace bajo el mundo creado. En efecto, el Creador nos sirve en todo momento y siente un infinito amor compasivo por nosotros. Pocos de nosotros hemos experimentado esto alguna vez; menos aún creen que es así. A través de la Parte de la Fortuna en la Casa 12 y la conciencia impersonal en la Casa 6 la voluntad y la visión de la Parte de la Fortuna en la Casa 11 y la conciencia impersonal en la Casa 5 se aportan al mundo eficazmente y con un gran amor impersonal. Aquí encontramos la culminación de todas las anteriores posiciones de la Parte de la Fortuna y la conciencia impersonal en todas las Casas. El ciclo y el objetivo se ponen de manifiesto y se completan. El escenario está preparado para un próximo ciclo y un objetivo más elevado. Este individuo tiene la suerte de poseer las "llaves del reino", si quiere usarlas. Silenciosos periodos de meditación y soledad hacen mucho para reponer fuerzas y ayudar a recordar las grandes verdades de la vida y la naturaleza. Seria útil si se conviertan en parte habitual de la propia vida. Ésta es una posición muy especial para la Parte de la Fortuna dado que en ella mantiene la promesa de acercar el individuo a la Conciencia Cósmica. La comprensión de las experiencias de la vida en el mundo exterior acabará conduciendo a la comprensión de la divina belleza interior de toda vida. Cuando uno empieza a sentir la esencia de todo, se une con la fuente de la fuerza interior. Entonces, uno fluye en la corriente de la iluminación, bañándose en esa luz interior asequible para todos. A fin de que la Parte de la Fortuna en la Casa 12 funcione sin trabas, el individuo no debe bloquear su esencia infinita pensando en sí mismo o en su vida como si tuviera limitaciones finitas. A la Casa 12 se la ha llamado la Casa del escapismo, eso no es necesariamente así, es una huida de la prisión interior en la que vive el hombre si experimenta la realidad limitada que no va más allá de lo que ve, toca o siente como una emoción personal. Esa prisión se hace mayor si uno satisface los sentidos finitos con gente, eventos y situaciones que lo atan a más gente y circunstancias hasta que su vida parece una interminable cadena de obligaciones. La Casa 12 trasciende todo esto brindando al individuo la oportunidad de saber que en su alma es libre, que todo es realmente uno, y que existe una verdad más grande para que podamos experimentarla. ¿Qué alegría más grande puede existir que alcanzar una conciencia tal? Qué mayor satisfacción puede experimentar el hombre que la de saber que todas sus necesidades serán siempre atendidas porque es Uno con el Gran Proveedor. 

Martin Schulman "La Parte de la Fortuna".